La ejecución del gasto públicoaumentó en octubre 3,5% anual, en términos reales, y el Gobierno consolidó la política expansiva de los últimos cuatro meses, según datos oficiales que relevó la consultora Analytica. De todos modos, el nivel de gasto devengado entre enero y octubre es el más bajo de toda la gestión Alberto Fernández.
El gasto aumentó, en octubre, tanto en la comparación anual como respecto de septiembre. En el mes de las elecciones generales, el incremento intermensual fue del 2,1% real, sin estacionalidad. Según Claudio Caprarulo, director de Analytica, el mix de elecciones y las políticas expansivas que lanzó el Gobierno para compensar los efectos de la devaluación en los ingresos explican buena parte de la dinámica.
"Crecen los rubros que son bastante discrecionales, como transferencias a provincias, obra pública, salarios y gasto social", dijo el economista.
Obra pública y provincias
Con excepción del gasoducto Néstor Kirchner y algunas partidas de Aguas, el gasto de capital venía pisado en el primer semestre. Los constructores, que se quejaban por las demoras y faltas de actualizaciones de los pagos, notaron, en el último tiempo, que la caja volvió a fluir.
Eso se nota en los números oficiales. La obra pública aumentó 11,4% real en octubre, en la comparación interanual. En lo que va de 2023, el nivel de ejecución es similar al del año previo.

Las transferencias corrientes a provincias se dispararon en el mes de las elecciones provinciales un 53,3% interanual. Sin embargo, en el acumulado se mantienen 6% por debajo de los giros registrados entre enero y octubre de 2022.
Según Analytica, se registraron incrementos en las partidas destinadas a educación (64% anual y 33,4% de suba acumulada). Este rubro ya representa un tercio de los giros de fondos a provincias.
También hubo un salto en partidas sociales. "Las transferencias con fines de promoción y asistencia social, que incluyen programas de políticas alimentarias, asistencia a la primera infancia, el Plan Nacional de Protección Social, etc., tuvieron un incremento interanual real del 1280% en octubre y en lo que va del año el aumento es del 5,2% comparando con el mismo período de un año atrás", sostuvo Analytica en un reporte.

Si bien la provincia de Buenos Aires es la que más fondos recibe, en términos absolutos, su participación en la torta cayó 15% interanual en el acumulado del año. En términos per capita, las provincias que más fondos recibieron fueron Chaco, La Pampa, La Rioja, Formosa y Santa Cruz.
Ajuste en gastos indexados y subsidios
En comparación con octubre de 2022, los principales ajustes se dieron en los gastos más relevantes en términos de presupuesto. El gasto en asignaciones familiares (que indexan por ley de Movilidad) cayó 42% interanual. La AUH, que tuvo refuerzos extra-Movilidad, cayó 28%. Las transferencias para jubilaciones y pensiones retrocedieron 6,3% real. El gasto en subsidios económicos a electricidad, gas, agua y transporte público cayó 33%.
En estas partidas se concentra el grueso del ajuste acumulado. Entre enero y octubre, el gasto real devengado cayó 5,7% anual, con recortes del 28,2% en asignaciones familiares y AUH y del 20,1% en subsidios. En el caso de la energía, el ahorro llega al 25,9% anual acumulado.
Caída acumulada (que no alcanza)
Desde julio -cuando la administración pública se puso en modo campaña- la ejecución del gasto pasó a fase expansiva. Hasta entonces, el gasto devengado acumulaba doce meses seguidos de ajuste, desde que la efímera ministra de Economía Silvina Batakis pisó la caja, en julio de 2022. Pero, en los últimos cuatro meses, las erogaciones crecieron 2% anual en julio, 4% en agosto, se mantuvieron constantes en septiembre (-0,3%) y 3,5% el último mes.
Aun así, el gasto real cae a mínimos de toda la gestión Fernández. Las erogaciones devengadas en estos diez meses son 8,3% inferiores a las del mismo periodo de 2020, atravesado por todo el gasto extraordinario con el que el Gobierno intentó afrontar las políticas de aislamiento de la pandemia. En comparación con 2021, el gasto es 6,4% inferior. A comienzos de 2022 comenzó el nuevo programa con el FMI y el ajuste se profundizó luego de la renuncia de Martín Guzmán a Economía.

El FMI reclamó, en agosto, un mayor ajuste fiscal para suplir la caída de ingresos y cumplir con la meta de déficit de 1,9% del PBI. El Gobierno hizo lo contrario: bajó o anunció reintegros de impuestos y aceleró el gasto. Para consultores, el rojo superará el 2,5% del PBI y puede arrimarse a los 3 puntos porcentuales.
Desde esta situación, el próximo Gobierno deberá renegociar con el Fondo para darle continuidad al programa y al refinanciamiento de la deuda que tomó la administración de Mauricio Macri.
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