

"¿Por qué insistimos en que la inflación está bajando?". Así tituló su último trabajo el secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein. El equipo económico de Sergio Massa se encuentra convencido de que, pese a los malos datos de precios que informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) para agosto y septiembre -12,4% y 12,7% mensual, respectivamente-, la "tendencia" es a la baja.
Consciente de que las miradas se posaron sobre él al difundir todos los viernes datos de la inflación semanal, con una metodología distinta a la que utiliza el organismo oficial de estadística, Rubinstein se despachó este martes contra economistas y analistas del mercado. "Pareciera que la capacidad de pensar sosegadamente en estas épocas es baja, y hasta la de hacer simples cuentas algebraicas se ha tornado difícil", escribió.
Según la metodología de la Secretaría de Política Económica (SPE), en julio la inflación punta a punta fue de 5,8% (contra 6,3% del Indec); en agosto, 14,9% (versus 12,4% del Indec, que toma un promedio); en septiembre, 8% (frente al 12,7% oficial, con efecto arrastre de la devaluación en la tercera semana del mes anterior); y en octubre supone un 7%, mientras las consultoras esperan un rebote.
"El Indec considera para el cálculo de septiembre los datos de agosto, que incluyen semanas de altísima inflación, mientras que la SPE sólo considera las semanas de septiembre, sin incluir por ende los datos de altísima inflación de agosto. Y por eso las diferencias", se explayó Rubinstein.

El viceministro, enojado en la red social X (ex Twitter) con el senador nacional cordobés Luis Juez, amplió: "Otra manera de verlo es a través de lo que se conoce como 'efecto arrastre'. Si durante las 4 semanas de septiembre no hubiera habido variaciones de precios, la SPE habría estimado una inflación de 0%. Es decir, nula inflación porque los precios no se habrían movido".
La inflación, ¿en baja?
"Pero usando metodología Indec, la inflación habría sido del 6,9%. Y toda esta inflación habría sido generada en agosto (no en septiembre), y lo que recibiría septiembre, sería ese efecto 'arrastre' del 6,9%", completó.
Hacia delante, en la oficina 526 del Ministerio de Economía puntean que "con datos de sólo una semana, estimamos que la inflación de las últimas 4 semanas (las últimas de septiembre, y la primera de octubre), habría sido del 7,6%".
"Si usáramos como supuesto, que la tasa semanal de inflación para las semanas 2, 3 y 4 de octubre, fuera del 1,5% cada semana, octubre terminaría con suba acumulada de 4 semanas del 7,0%. Y usando metodología Indec, octubre terminaría con una inflación (promedio 4 semanas de octubre vs. promedio 4 semanas de septiembre), del orden del 7,1%", anticipó.
"En este caso, la baja pronunciada que mostrarían las cifras del Indec ocurriría porque ya los muy altos valores de agosto dejarían de incidir en el cálculo. La metodología de la SPE, al dejar de lado 'más rápido' los datos más alejados del momento actual, 'anticipa' mejor las tendencias inflacionarias. Y por eso es que hablamos de que la inflación está bajando, aun cuando los datos del Indec parecieran decir otra cosa", concluyó Rubinstein.














