En línea con las estimaciones de los organismos internacionales, en un contexto de recesión global, la Argentina se encamina hacia una desaceleración de la actividad económica, aunque cerrará el último ciclo en terreno positivo, en torno al 5 %.
En este escenario, según informó la consultora ABECEB, el consumo se desacelera para crecer sólo 1,7% luego de haber logrado un alza de 8,5 % en el año que culminó con una inflación de 94,8 %, la mayor en 30 años.
"Con salarios que este año irán quedando relegados de la inflación, familias que ya están sobre financiadas -por los programas Ahora-, tarifas de servicios y transportes en alza y los precios de la canasta -como alimentos- que continuarán en aumento", el consumo este año se alejará de la "bonanza" que exhibió el 2022, precisó la consultora.
Balance y proyecciones
En el caso del consumo masivo, el informe refleja que las ventas en supermercados se incrementaron solo un 1% en términos reales respecto a 2021, presionadas por el menor poder adquisitivo de los consumidores que llevó a que más familias reacomodaran hábitos de consumo y recortaran gastos.
Una de las tendencias que marcó el 2022 es la opción de segundas marcas, así como la organización de compras mensuales para ganarle unos pesos a la inflación; en concreto, más del 50% de la población disminuyó las compras de bienes básicos del rubro alimentos y bebidas, que cerraría el año con una producción cercana al 4,1 %.
Para 2023 se espera una desaceleración en la producción general dentro del sector que alcanzará a 3,9%. "El consumo estará supeditado a la evolución del salario real y en alguna medida a la continuidad de programas como Precios Justos que pisen los precios de la canasta básica", destacó el estudio.

Las perspectivas son más alentadoras para el sector automotriz, que cerró 2022 superando en 407 mil unidades las ventas de 2021 (6,7%), con una participación récord de los vehículos nacionales (57,7% vs. 38% promedio de los últimos diez años).
En este punto el informe apunta a las decisiones de administración del comercio que, a través del nuevo sistema de control del comercio, vía pedido de autorizaciones en SIRA, "ha limitado el ingreso de unidades importadas que pasó de 172 mil en 2022 frente a un promedio de 426 mil en los últimos años".
En lo que respecta al mercado de motos, en 2022 las ventas crecieron 6% respecto del 2021, pese a mostrar cinco meses consecutivos de caídas interanuales, entre agosto y diciembre.
Las proyecciones son positivas para ambos mercados, con perspectivas de crecimiento del 4% en vehículos y 6% en motos; "la escasez de modelos importados continuará siendo la principal limitante por el lado de la oferta", reflejó el documento y destacó que se apostará a la ampliación de los planes de financiamiento para dinamizar la demanda.
Por último, respecto a electrónica y electrodomésticos, el año concluyó con un incremento interanual del 10,1% y 9,1%, respectivamente, traccionado por el consumo doméstico ya que más del 90% de la producción tiene como destino el mercado local.
Si bien para 2023 se espera una leve desaceleración en la producción, desde ABECEB, señalan que se mantendría en números positivos con 9,3% para electrodomésticos y 5% para electrónica. Aquí también, entre los principales pilares para la demanda, apuntan a la disponibilidad de planes de financiamiento.
Hacia abajo
Aunque en el análisis de las tres actividades económicas tanto el balance como las proyecciones son positivas, las variables que se manejan para el 2023 hablan de desaceleración, a partir de dos años que tendrás distintas particularidades, según los especialistas.
"En 2022, el PBI cerrará con un crecimiento del 5,5 por ciento impulsado por un mejor primer semestre con desaceleración de la actividad a partir del segundo; mientras que 2023, arrastra poca inercia y podría terminar en apenas un punto", describe el documento.
En línea, explica que el consumo tiene dos factores claves: el poder de compra de los salarios y las opciones de financiamiento. "El salario real en 2022 no perdió lo esperado contra la inflación debido a la apertura de paritarias y negociaciones permanentes", contrastó.
Los últimos datos marcan una baja de 0,4% para trabajadores registrados privados, lo que explica en parte el sostenimiento del consumo masivo y de bienes semi durables.
Por otra parte, reflejó que la extensión de los Ahora 12, 18, 30 incentivaron el consumo de electrodomésticos y electrónica de consumo "como resguardo de valor, pero, sobre todo, como una alternativa para colocar los pesos excedentes ante un escenario con distorsión de precios relativos y alta inflación".
Por eso, según la consultora de Dante Sica, el año que terminó alcanzó un balance positivo, impulsado por un mayor consumo en el primer semestre del año con signos de desaceleración que comenzaron a registrarse a partir de julio.
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