

Algunos diputados tuvieron que interrumpir o posponer sus vacaciones; otros, cancelar viajes institucionales que ya tenían acordados; y la gran mayoría, hacer un alto en la campaña en sus provincias a dos semanas de las elecciones primarias. La primera línea del interbloque oficialista Cambiemos no está segura aún de contar con los dos tercios de los votos necesarios para expulsar al ex ministro Julio De Vido de la Cámara de Diputados, pero está convencida de que si lo logra será por un margen muy estrecho. Por eso, trabaja en dos líneas: asegurar la asistencia de los propios y prohibir las abstenciones, un recurso que beneficiaría la permanencia del ex ministro.
En las últimas horas, la instrucción para los diputados macristas fue clara: tienen que estar en la Ciudad de Buenos Aires desde el martes a la noche. El oficialismo no quiere depender de demoras en los vuelos o cuestiones climáticas que demoren la asistencia perfecta a la sesión. Por eso, Anabella Hers Cabral, del PRO de la Ciudad, debió aplazar sus vacaciones. El Congreso estará técnicamente hasta el final de esta semana en receso de invierno. Pero pocos pudieron aprovecharlo.
La riojana Clara Vega, de la UCR, y el macrista porteño José Luis Patiño son otros de los que tuvieron que cancelar sus planes. Ambos tenían previstos viajes institucionales. Él se iba a Corea.
Mañana a las 12 se volverá a reunir la comisión de Asuntos Constitucionales para emitir dictamen favorable a la expulsión de De Vido. El ex ministro tendrá hasta las 10 para presentar un nuevo descargo. Y después podrá participar de la reunión del cuerpo para defenderse. Pero, a menos que haya alguna sorpresa, De Vido no estará presente.
Con el apoyo del Frente Renovador de Sergio Massa y el Bloque Justicialista de Diego Bossio, Cambiemos logrará el dictamen de mayoría para recomendar la exclusión del diputado por indignidad, basándose en el artículo 66 de la Constitución, que le da al Congreso potestades disciplinarias sobre sus miembros. A ellos se sumarán algunos bloques minoritarios, como los dos cordobeses del bloque Juan Bautista Bustos, que responde al gobernador Juan Schiaretti.
En contra de la expulsión, por motivos distintos, se expresaron el PJ-Frente para la Victoria, el Movimiento Evita y el Frente de Izquierda; además de bancadas unipersonales como las de Omar Plaini y Alcira Argumedo. Dado que la votación requerirá de dos tercios de los presentes para lograr echar a De Vido, jugarán un papel clave las ausencias (que favorecerán al oficialismo) y las abstenciones (en beneficio de la permanencia del ex ministro) o impedimento de ellas.
En todos los escenarios simulados que por estas horas analiza el oficialismo, la diferencia será mínima. Cambiemos perderá por diez votos o ganará por cinco votos, aseguran en el interbloque. Se vuelve entonces clave la postura que adoptarán los seis diputados del Frente Cívico por Santiago, referenciados
en el ex gobernador y actual senador Gerardo Zamora. Ex aliado indiscutible de Cristina Fernández de Kirchner cuando era presidenta, ese bloque se mostró en los últimos meses dialoguista con el Gobierno.
Mañana, tras la reunión de la comisión, comenzará a develarse la incógnita de si tendrá éxito la estrategia oficialista. Estrategia que, por primera vez en 19 meses, estuvo diseñada al ritmo que marcó Elisa Carrió.













