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El Gobierno decidió que el sector de altos ingresos de la población, así como aquellos que no pidieron o renunciaron a los subsidios a la energía, tendrá un aumento del 120% en el precio mayorista de la electricidad, lo que se verá reflejado en sus tarifas de los consumos entre el 1 de febrero y el 30 de abril. El objetivo es bajar el gasto público en subsidios para alcanzar el superávit primario fiscal este año.

El sector alcanzado por los cambios definidos en la Resolución 7/2024 de la Secretaría de Energía abarca aproximadamente un 30% de los hogares, los catalogados "Nivel 1" (N1) de la segmentación. En el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), tendrían una suba cercana al 70%, sin considerar las actualizaciones venideras en transporte y distribución.

Mientras tanto, "para evitar impactos bruscos", continuará por tres meses más, hasta mayo, el congelamiento para los hogares N2 (ingresos bajos) y N3 (ingresos medios), "hasta tanto se ponga en vigencia el nuevo sistema de subsidios que considerará la capacidad de pago de cada consumidor". Estos segmentos mantendrán más del 90% del costo con la subvención estatal.

El incremento refleja el impacto de la devaluación de diciembre en los costos de la energía, mayormente vinculados al dólar oficial (por los contratos y los combustibles). Así, los hogares N1 volverán a pagar el costo pleno de la electricidad, como sucedió en 2023 entre mayo y agosto y en noviembre, previo a los saltos de la moneda estadounidense en relación al peso argentino.

Subsidios a la luz y el gas

Los precios estacionales de la energía son uniformes para todo el país, con excepción de Tierra del Fuego, que no está vinculada al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). Por ende, el subsidio también alcanza a todos los que no paguen los costos plenos; las diferencias en las tarifas en cada región de la Argentina corresponden a la distribución, de la que se encargan de controlar los gobernadores de las provincias.

Durante las próximas horas, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) emitirá dos resoluciones para trasladar este aumento del precio mayorista de la energía a las boletas de Edenor y Edesur. También deberán hacerlo los organismos de contralor del resto de las empresas.

En 2023, los subsidios económicos llegaron al equivalente a 2,1% del Producto Interno Bruto (PIB), de los cuales la energía sumó 1,6 puntos porcentuales -unos 9683 millones de dólares-, según calculó el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la consultora Economía & Energía. La meta para 2024 es disminuirlos hasta 1,3% en general y 1,1% en energía, respectivamente.

Los técnicos del FMI plantearon en el Staff Report que a partir de febrero deberían comenzar subas mayores al 200% en la luz y 150% en el gas. Pero el Gobierno prefiere sobreactuar cautela y recién empezar a incrementar las tarifas para el 70% de la población que no gana más de 3,5 canastas básicas después de realizar una nueva audiencia pública que valide la "Canasta Básica Energética".

Con el objetivo de tenerlo listo para abril, ese esquema, que reemplazará a la actual segmentación, girará el eje de los subsidios para cubrir a aquellos hogares que gasten más del 10% de sus ingresos en la energía. La ayuda del Estado se canalizaría sobre el excedente.