

Algunos intendentes están más cerca del acuerdo de cara a las elecciones en la Provincia de Buenos Aires el 7 de septiembre. Otros no ven ninguna perspectiva y maquinan un plan B. "Si es por sello, es más seguro que gane LLA. Si la gente elige por candidato, lo veo difícil", aseguran. El 9 de julio se presentan alianzas y el 19, las listas.
El jueves se iba a realizar una reunión por zoom entre el diputado Cristian Ritondo y los 13 intendentes amarillos en la provincia. Pero no se concretó. El presidente del PRO bonaerense apenas mandó un mensaje por WhatsApp asegurando que los referentes de LLA se comunicarían con ellos. Dicen que estaba optimista, que la reunión que mantuvo en la oficina de Diego Santilli con Sebastián Pareja, donde también estuvo presente el intendente y referente de la Quinta Sección Electoral, Guillermo Montenegro, había sido un éxito. Aunque nadie en el PRO está seguro. El panorama es incierto.
¿Pero cuál es el problema? En setiembre se realizarán las elecciones locales en la provincia de Buenos Aires y en octubre las nacionales para elegir los diputados que irán a la Cámara de Diputados de la Nación. Eso lo sabe todo el mundo, pero pocos están enterados de que los interesados en resolver este intríngulis son distintos. Para decirlo de otro modo, sin intendentes no hay setiembre. O ese, por lo menos, ese el desafío. Octubre no es problema todavía, pero los intendentes poco tendrán para influir.
El escenario para votar en setiembre
Por primera vez, el calendario electoral va desdoblado, tras el aval de todas las bancadas políticas en la Legislatura provincial, complejizando el panorama político. El peronismo quedo tensionado por este desdoblamiento, pero también LLA y el PRO están sometidos a un panorama complejo.
Sucede que los intendentes, sean de cualquier partido, no quieren poner en juego la gobernabilidad de sus distritos por la llegada de fuerzas políticas que no controlan. En el caso del peronismo, La Cámpora. En el caso del PRO, LLA. Hoy mismo, intendentes del PRO (también de la UCR) se quejan amargamente de cómo jugaron los libertarios desde la llegada de Javier Milei a la Presidencia. Concretamente, dicen, LLA y el peronismo suelen unirse para complicar la gestión de los intendentes del PRO.
LLA tiene ahora tres intendentes en la provincia de Buenos Aires. A saber, Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Ramiro Egüen (25 de mayo) y Fernanda Astorino (Capitán Sarmiento). Los tres vienen del PRO. Y lo que espera Karina Milei es, simplemente, que el PRO desaparezca como oferta electoral, un camino que puede tardar más o menos, pero en el que la hermana del Presidente es irreductible. Mientras tanto, deja correr el tiempo y la incertidumbre, que el partido amarillo se vaya desgastando a través del tiempo.

Algunos intendentes "entendieron" más rápido la necesidad de una alianza con los libertarios. Es el caso del ya mencionado Montenegro y los intendentes Ramón Lanús (San Isidro), Juan Ibarguren (Pinamar) y Marcelo Matzkin (Zarate). De esto modo, tendrían garantizado no perder concejales en sus distritos ni tampoco el número de diputados o senadores que ya tienen. O esa es la promesa. Sería un pacto de sobrevivencia. Ni un cargo más. Quizás menos.
Otros intendentes la tienen más difícil, porque los referentes libertarios de sus distritos no solo evitaron ser aliados en la gestión, sino que ahora se niegan a tomar contacto con ellos. Es el caso de Pablo Petracca (Junín), María José Gentile (9 de Julio), Javier Martínez (Pergamino), Sebastián Abella (Campana), Soledad Martínez (Vicente López), Lisandro Matzkin (Coronel Pringles) y Jorge Etcheverry (Lobos).
Unos y otros, incluso Ritondo, tienen claro que los libertarios los quieren ir llevando a la fecha de cierre de alianzas, que es el 9 de julio, y de candidatos, que es el 19 de julio, sin definiciones. Es una razonable maniobra de desgaste, que LLA ejerce con innegable crueldad. Por eso los intendentes empezaron a hablar con muchas fuerzas políticas afines y con representación en sus distritos para tener un Plan B con el que competir. "Tenemos plan B, C y D", comentó uno de ellos.
"Me sentiría más cómodo sin compartir alianza con LLA, pero seré orgánico con lo que decida el partido", le dijo uno de los jefes comunales a El Cronista. Otro aseguro que "la gente está asqueada, los candidatos de ellos vienen del peronismo y tienen pésima imagen. Son días definitorios", sumó otro.
En cuanto a las encuestas, un dirigente que creció en el PRO y espera revalidar su mandato en el 2027 expresó que "hoy la gente no habla en serio, no sabe que se vota, ni para que. Pero yo creo que finalmente va a ganar LLA si hacen una campaña para imponer el sello. Ahora, si la población elige por candidato, lo dudo"













