La bajante histórica del río Paraná le resta al menos u$s 244 millones a la economía

Los niveles del río a la altura de Rosario son los menores en los últimos 50 años. Prevén que la situación se profundizará en lo que resta del otoño. Complicaciones y sobrecostos para el principal complejo exportador.

A pesar de las gestiones para que Brasil abriera las compuertas de sus represas para mejorar el inédito nivel bajo del río Paraná, la situación se profundizará en las próximas semanas y le costará por lo menos u$s 244 millones a la economía argentina por su fuerte impacto sobre el complejo agroindustrial.

La histórica bajante del Paraná es la más profunda de los últimos 50 años, remarcó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que cuantificó los problemas logísticos, de transporte y de industrialización que conlleva sobre la agroindustria exportadora. 

En un trabajo difundido este viernes, la entidad santafesina indicó que los efectos de la bajante son mutldimensionales y afectan tanto a las tareas de la agroexportación como a otras actividades como la pesca, la potabilización del agua, y al ecosistema del río.

La pérdida para la economía fue calculada en u$s 244 millones en el primer cuatrimestre de 2020, dado que se resiente la navegación y la carga máxima de los buques y barcazas en las terminales portuarias del Gran Rosario, donde está emplazado el polo agroexportador.

En ese sentido, entre otros, detallaron los problemas para la carga de los buques que habitualmente llegan al Gran Rosario para el inicio de la cosecha gruesa. En los últimos 5 años, un promedio de 510 buques entre marzo y mayo cargaron en esa región.

La situación actual del río genera un sobrecosto dado que los buques de mayor porte deben completar las cargas en puertos de otras zonas. Ejemplificaron, en ese sentido, que las empresas que antes cargaban por ejemplo un buque Panamax con 45.000 toneladas del cereal y completaban carga en Bahía Blanca/Necochea hasta las 60.000/65.000 toneladas, se ven obligados a salir del Gran Rosario con menos mercadería por la falta de profundidad.

Y deberán cargar más maíz en los puertos del sur bonaerense, lo cual plantea problemas en la logística porque hay menor disponibilidad de cereal en el sur bonaerense y los costos de adquisición son más elevados.

Lo mismo sucede con el poroto de soja. Esto lo sufren principalmente los buques supramax y panamax graneleros, indicaron y explicaron que en un Panamax, con una capacidad de carga en tono a los 60.000 a 65.000 toneladas, perder 4 pies de calado en el Gran Rosario implica dejar de cargar entre 8000 y 10.000 toneladas por buque. En el caso que carguen harinas, la pérdida puede ser menor ya que pesa menos por volumen de carga.

Desde la Bolsa rosarina, además, resaltaron que por el problema del Paraná y otros factores, existe hoy un castigo en el precio del aceite de soja argentino que se traduce en una presión a la baja de las primas FOB argentina en relación a otros orígenes, como el brasilero.

 A la fecha, este diferencial en perjuicio del aceite de origen argentino ronda los 60 dólares, según operadores internacionales. Fuentes de la industria atribuyen la situación a los problemas logísticos por la bajante del río, el tiempo de demora en subir y bajar al Gran Rosario; y riesgos de que empeoren las condicones de navegación, entre otros motivos.

Por la bajante, cada tanker o tanquero (con poca disponibilidad ya que se están usando como almacenaje de petróleo) que carga aceite de soja en los puertos del Gran Rosario está resignando una capacidad de carga de unos 6000 toneladas por unidad.

Un problema que se agudiza

La altura del río Paraná en el puerto de Rosario ha descendido hasta 0,40 metros de profundidad, nivel que no se registraba desde hace casi 50 años, resaltaron desde el Departamento de Estudios Económicos de la BCR.

Semana a semana, la bajante del Paraná continúa agravándose por el déficit de lluvias hacia el norte de Argentina y en Brasil y, para peor, se espera que la situación empeore en el corto plazo, advierten desde la BCR.

En la última semana, la altura del rio en Rosario tuvo un fuerte descenso de 0,34 m, para ubicarse al miércoles 22 a las 00.00hs en los 0,4 m, el guarismo más bajo desde 1971, y sin antecedentes para el mes de abril desde que comienzan los registros en 1884. Este nivel resulta, además, muy inferior al mínimo de 2,47 metros que tiene que registrarse a la altura de Rosario para que Hidrovía SA deba garantizar los 34 pies de calado.

Más aun, según el Instituto Nacional del Agua, se espera que el rio continúe bajando, oscilando alrededor de los 0,3 m en la semana próxima. En la semana última, solo se destacaron lluvias de alguna importancia sobre la cuenca media del río Paraguay y sobre la cuenca misionero-paraguaya del río Paraná, sin alcanzar montos suficientes como para mejorar el cuadro general.

El Instituto Nacional del Agua, además, descarta ya la posibilidad de una normalización en la altura del Paraná por lo que resta del otoño.

El maíz va en abril por el récord de exportación

 

Mas allá de las dificultades y sobrecostos que implica la bajante del Paraná y de los problemas que genera la pandemia de coronavirus, los despachos al exterior no bajaron de manera drástica durante el primer mes de cosecha gruesa.

Hasta el 22 de abril, en base a datos de la agencia marítima NABSA, se embarcaron desde los distintos puertos argentinos 3 millones de toneladas de maíz.

En tanto, en los días que quedan hasta fin de mes, hay programados despachos por cuenta de 1 millón de toneladas que, de concretarse, permitirían cerrar el mes con 4 millones de maíz exportadas, por encima del registro del año pasado. No obstante, si la bajante se profundiza, parte de esas cargas pueden demorarse hasta mayo.

Respecto al complejo soja, entre el 1 y el 22 de abril se despacharon 178.000 toneladas de poroto, 1,5 millón de toneladas de harina y 350.000 toneladas de aceite, de acuerdo a NABSA.

Y quedarán por embarcar hasta fin de mes 604.000 toneladas de poroto, 282.000 toneladas de harina y 139.000 toneladas de aceite de soja.

Si, pese a las dificultades logísticas, se cumpliese con la totalidad del programa de embarques, el primer mes de la campaña comercial 2019/20 terminaría con despachos de 782.000 toneladas de poroto de soja, registro que duplicaría las exportaciones de poroto en abril del año pasado. En el caso de la harina, abril podría cerrar con un volumen de embarques de 1,7 millón de toneladas, por debajo de los registros de 2019 y 2018 para el mismo mes

 

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