La Argentina necesita una visión de desarrollo basada en un salto en las exportaciones, que no sólo nos permita terminar con nuestros déficit recurrentes de cuenta corriente, sino que produciendo más, podamos satisfacer las aspiraciones, en cuanto a nivel de vida, de cada argentino. Esta visión, en tanto, debe traducirse en una estrategia de desarrollo exitosa, que debe contemplar como motor impulsor la revitalización y creación de sectores productivos que puedan competir en el exterior.

En efecto, una nación es competitiva si las empresas que operan en ella pueden competir con éxito a nivel regional y global, manteniendo o mejorando los salarios y los estándares de vida para el ciudadano promedio.

Para ello se necesita un aumento sostenido en la productividad de la nación, como lugar en el cual operar. Esto se logra a través de elevar la productividad de la firmas y trabajadores existentes, y a través de una mayor participación de los ciudadanos en la fuerza del trabajo. Al analizar que factores determinan la competitividad de una nación , Michael Porter diferencia entre factores de competitividad macroeconómica (Política monetaria y fiscal, Desarrollo humano y social, Instituciones públicas efectivas), y factores de competitividad microeconómica.

En estos últimos incluye a la estructura económica y al estado de desarrollo de clusters productivos, a la calidad del entorno de negocios, y a la sofisticación de las operaciones y estrategias empresariales. Porter da una especial a la formación de clusters productivos como motor del desarrollo de una nación, en particular cuando éstos se orientan en forma exitosa hacia la exportación. Considera que los clusters --o agrupamientos geográficos de sectores productivos--, incrementan la productividad, la innovación, la eficiencia operacional de las empresas, y la performance económica regional.

Para Porter, los clusters reflejan la importancia fundamental que tienen las conecciones entre empresas e instituciones académicas y gubernamentales, para aumentar la productividad. Los clusters facilitan a su vez la comercialización de productos, la creación de nuevas empresas, e incentivan la acción público privada para identificar problemas y colaborar para solucionarlos. Un gráfico sumamente interesante que utiliza Porter, es uno donde se analiza la evolución exportadora de los sectores productivos de un país, durante un período de diez años.

El eje vertical indica el share del mercado mundial que tiene cada sector, mientras que en el eje horizontal se ilustra la variación de share en ese período. Para el caso de la Argentina, resulta de extremo interés analizar un gráfico confeccionado por la consultora Abeceb, con este racional, para los años 2007-2017. Esto debe hacerse teniendo en cuenta que las exportaciones de bienes representaron unos u$s 56 millones en 2007, y que luego de alcanzar un pico de u$s 83 millones en 2011, se descendió a niveles de u$s 56 millones en 2015 y u$s 58,4 millones en 2017. Es decir que las exportaciones de 2015-2017, prácticamente estuvieron a los niveles del 2007.

La primera observación es que las exportaciones argentinas se mantienen diversificadas, y divididas aproximadamente en tres tercios: los productos primarios (PP), las manufacturas de origen agroganadero, denominadas MOA, y las manufacturas de origen industrial (MOI).

La segunda es que las exportaciones argentinas representan solamente el 0.33% del total de las exportaciones mundiales (era un 0,40% en 2007). La tercera, es que los los sectores productivos de mayor peso económico y participación global --ligados a los PP y las MOA--, son las que mayor share han perdido. La cuarta, es que los sectores ligados a las MOI, aunque más pequeños, han tenido variaciones poco significativas en su participación global.

Al observar con más detalle a éstos últimos, en el segundo gráfico, podemos ver la variación en share y la importancia de las exportaciones de cada sector. En este contexto es interesante analizar el impacto de diferentes medidas y acciones, y el de la reciente devaluación, en cuanto a impulsar las exportaciones de los diversos sectores productivos.

En primer lugar, la devaluación ayuda a todos los sectores exportadores, siempre y cuando se pueda mantener un tipo de cambio real alto en el tiempo. A su vez las retenciones implementadas de $ 4 por cada dólar exportado, afectan negativamente a todos los sectores, con el agravado de que no se calculan sobre el valor agregado, sino sobre el precio total. Enfocándonos en los PP y las MOA, las acciones del gobierno deben orientarse a "abrir puertas y eliminar obstáculos".

Esto es continuar/acelerar la tarea de reabrir y abrir mercados, superando impedimentos sanitarios y los ligados al etiquetado (labeling). Por otra parte, dado su volumen, estos sectores debieran tener prioridad en materia de infraestructura y transporte. Ya que si los costos de producción "tranqueras adentro" son competitivos a nivel mundial, los costos logísticos son extremadamente elevados.

Para los sectores ligados a la MOI, el foco debe estar en el "eliminar expo-distorsiones", agilizando y profundizando el sistema de reintegros con el fin de compensar las distorsiones impositivas, con el fin de incentivar una mayor inversión en productividad e investigación. Con éste mismo propósito, hay que diminuir los costos laborales no salariales. Por otro lado, habría que concentrar los subsidios a la industria en aquellos sectores que exportan o pueden exportar, y enfocar las acciones de promoción comercial en el marco del ámbito regional.

Para lograr éxito en una estrategia de desarrollo orientada a la exportación, y en base a la revitalización y creación de clusters y sectores productivos, debemos estar guiados, como dice Porter: "por una estrategia integral, que incluya prioridades claras y una implementación secuencial de mejoras, más que una lista de acciones".

Pero a su vez debe haber progresos y logros tempranos y visibles para lograr el apoyo de la mayor parte de los ciudadanos. Un primer objetivo debería ser que las exportaciones lleguen a representar un 25% del PBI. Un segundo objetivo debe ser que el crecimiento en las exportaciones sea lo más inclusivo posible a nivel geográfico. Para ello, cada provincia tiene que diseñar su estrategia exportadora para el desarrollo, en torno a los sectores en los que puede competir y los clusters que ya posee o puede construir.