La inflación de la Argentina linda el 100% anual. Así lo dicen los números y así se siente en la calle. La fórmula para que los precios bajen de forma considerable no es única pero en casi todos los casos, muy costosa. Es cierto que la inflación y sobre todo la inflación de los alimentos le duele más a los que menos tienen, pero también es cierto que un ajuste fuerte está lejos de beneficiar al mismo sector. Pero la inflación no es el único problema que tiene Argentina. La falta de dólares frena importaciones y también el crecimiento. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires redujo ayer fuerte sus estimaciones para las cosechas de soja y de maíz a 33,5 millones y 41 millones de toneladas, respectivamente, debido al impacto de una de las sequías más importantes de los últimos 50 años, las altas temperaturas y las recientes heladas tempranas. Las cifras se encuentran por debajo de los 38 millones y 44,5 millones de toneladas que la entidad esperaba para la soja y el maíz, respectivamente. Y son muy inferiores a los 48 millones y 60 millones de toneladas que había previsto al inicio de la campaña, en septiembre, dijo Reuters. "Heladas tempranas sobre el margen oeste del área agrícola junto a la ausencia de precipitaciones y el golpe de calor registrado durante el inicio del presente mes reducen a 33,5 millones de toneladas nuestra estimación", dijo la Bolsa de Comercio en su informe semanal de cultivos. Al mismo tiempo la Bolsa señaló que si bien hizo un ajuste importante en su cálculo de cosecha para el cereal, aún no analizó el impacto negativo que la ola de calor y heladas recientes tuvieron sobre qué productividad tendrán otros cultivos. "Aún resta por evaluar el impacto que las heladas y el golpe de calor, generaron en los potenciales productivos de los planteos tardíos del cereal", explicó la institución en el mismo comunicado. Una menor cosecha se traduce en menos dólares. Y los problemas climáticos llegaron a la Argentina en el momento menos deseado. De hecho, si hay algo que necesita el país es incrementar las reservas para poder sostener el tipo de cambio y garantizar los dólares para la producción. La sequía que sacude al sector agrícola argentino es según la Bolsa de Comercio de Rosario la peor de los últimos 60 años. De acuerdo con la Bolsa, la cosecha de trigo 22/23, cuya recolección ya terminó, fue de 12,4 millones de toneladas, casi la mitad de los 22,4 millones producidos en el ciclo previo.