Hoy se celebran las elecciones para la renovación de representantes de los estamentos de abogados y jueces al Consejo de la Magistratura de la Nación, correspondientes al período 2022-2026.

Después de que la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación "Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y otro c/ Estado nacional" que -declaración de inconstitucionalidad de la ley 26080 mediante- restableció el equilibrio entre los sectores de distinto origen, el Consejo de la Magistratura volverá a ser renovado con la actual composición de 20 miembros.

Ese fue el temperamento que el artículo 114 de la Constitución nacional propició en la reforma constitucional de 1994, con el objeto de evitar una hegemonía político-electoral que distorsione el organismo.

Asimismo es importante señalar que estas elecciones tienen una particularidad en materia de género: por primera vez las listas electorales están integradas de forma paritaria por candidatas y candidatos representantes, que se presentan en forma consecutiva y secuencial. Esto cumple el mandato constitucional y convencional de igualdad de oportunidades y no discriminación en materia política representativa, y a la vez avanza hacia el interior del Consejo de la Magistratura de la nación para garantizar la igualdad sustancial.

La participación en estos comicios de los abogados y abogadas de la matrícula federal de todo el país brindará un avance fundamental para lograr una justicia independiente y el fortalecimiento del sistema republicano.

Suele decirse que sin abogados no hay justicia. Hoy la Constitución nacional reafirma este concepto incorporando la participación de la matrícula profesional en el proceso de selección y remoción de los jueces y juezas de la República Argentina.

El ejercicio de la abogacía, en ocasiones, se enfrenta con numerosos obstáculos que afectan los derechos de las personas que acceden al sistema de justicia.

Peor aún, algunas de esas trabas se vinculan con la corrupción.

Hoy la lucha por el derecho es también la lucha contra la corrupción. Esto lo hacemos en la defensa de los derechos que se dirime en los asuntos judiciales, y también mediante la participación activa en los órganos representativos de las instituciones públicas.

En esta esencia y para garantizar un sistema judicial que esté a la altura de la sociedad que aspiramos, el aporte de la abogacía como estamento técnico reviste vital importancia al momento de evitar su "politización", equivocadamente entendida.

El voto, la herramienta política más importante que tenemos los colegas, es un derecho. En este caso, también es una responsabilidad para elegir nuestra representación en el Consejo de la Magistratura de la nación para los próximos cuatro años.

Hoy es la hora de la abogacía.