El SIRA y la falta de dólares cambian el clima de la economía: frío en primavera
La Argentina experimenta por estos días un cambio climático en su economía. La primavera avanza y el verano se acerca pero la temperatura baja, al menos en la actividad. Curioso efecto en el cual la sequía y las heladas que afectan al campo juegan su papel, pero que fundamentalmente se centra en la escasez de dólares por la que el Ministerio de Economía aplicó un torniquete y definió un nuevo esquema importador (SIRA) que ya se siente en la industria.
Los números del comercio exterior arrojaron una señal sobre el presente, en particular las importaciones, que supieron alcanzar los u$s 8664 millones en julio y el mes pasado retrocedieron hasta los u$s 6074 millones, el menor nivel desde febrero último.
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Esos u$s 2600 millones de diferencia contribuyeron a revertir una balanza comercial negativa y alcanzar un saldo favorable de u$s 1827 millones. Aunque solo descomprimieron en parte el mercado cambiario, ya que en lo que va de noviembre el Banco Central vio salir más de u$s 900 millones que volvieron a hacer crujir a las reservas.
Una situación que llevó al ministro Sergio Massa a acelerar la habilitación del uso de u$s 5000 millones correspondientes al swap chino y ya se especula con una negociación por el doble con Brasil, mientras persiste el rumor de un nuevo dólar soja para fortalecer el mes que viene las arcas de la autoridad monetaria.
Pero el fuerte recorte de importaciones marcó, sobre todo, el enfriamiento de la economía, ya que en gran parte afectó el ingreso de insumos industriales, que se redujeron un 14% desde aquél pico que marcó la salida de Martín Guzmán y el paso fugaz de Silvina Batakis por el Palacio de Hacienda.
Negocian swap por u$s 10.000 millones con Brasil para pagar importaciones
El resultado de ello lo mostró hace unos días la Unión Industrial, al indicar que la producción ya había caído 4,9% en septiembre.
Y lo confirmó ahora el propio Indec, al revelar que la actividad económica se contrajo en el índice desestacionalizado un 0,3% ese mismo mes, lo que sumado al descenso de importaciones permite estimar que el retroceso se extenderá. Un proceso que acompaña la desaceleración económica de Estados Unidos (por la suba de tasas para combatir la inflación) y China (por bloqueos contra el Covid), junto a la recesión europea (por la guerra en Ucrania), lo que agrega otra capa de incertidumbre a las exportaciones futuras, ya afectadas por la escasez hídrica que golpea a la zona agropecuaria.
Los especialistas esperan que la economía argentina retroceda en el último trimestre un 1,2% aunque, con todo, también prevén que cierre el año con una suba de casi 5%.
Solo resolver la escasez de dólares permitirá que ese último dato se extienda al año próximo sin que la inflación siga volando hacia los tres dígitos.
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