Además de la conducción de La Cámpora, a Máximo Kirchner se le atribuye la principal influencia política sobre Cristina Kirchner. "Uno al final es el hijo de la Presidenta", recordó ayer durante un extenso diálogo con un periodista oficialista al que vale la pena prestar atención. Se podrá decir que es poco, pero es lo que hay.

Máximo Kirchner coqueteó con esa misma idea de escasez. "No son Cristina, me dicen, y sí, obviamente no son Cristina", dijo al reivindicar lo que llamó la "diversidad" de oferta en el Frente para la Victoria. Puso a todos los candidatos del oficialismo en un pie de igualdad: "Urribarri, Agustín Rossi, Aníbal, Daniel (Scioli), Florencio (Randazzo)", habló de ellos como "muy buenos compañeros" y les atribuyó "destreza y conocimiento" para ejercer la presidencia de la Nación.

Urribarri debe estar exultante por haber sido el primero en la lista. Lo mismo el ministro Rossi. El jefe de gabinete Aníbal Fernández puede decir con orgullo que hay quien cree en su candidatura silenciosa. Scioli y Randazzo, los que de verdad importan, celebran que se los llame por el nombre.

A poco de la entrevista a Máximo, el gobernador respondió con una vehemencia inusual a las denuncias generadas en la prensa brasileña sobre la existencia de cuentas millonarias en el exterior a nombre de Máximo Kirchner y Nilda Garré, de las que se defendió ayer el hijo de la Presidenta. En un comunicado, Scioli se solidarizó con Kirchner hijo ante las "acciones difamatorias y calumniantes vertidas en su contra a nivel nacional e internacional". Un coro oficialista siguió luego la saga del desagravio de Máximo, pero nadie le quitará a Scioli haber sido el primero.

Cerca de Scioli ayer contaron que el gobernador decidió pronunciarse ante la falta de convicción que, según dijo, transmitía la denuncia reproducida en la tapa de ayer de Clarín (El Cronista la consignó en su edición) y la "fortaleza" con la que se defendió el hijo de la Presidenta. No es difícil entrever que Scioli buscó reforzar su identificación con el proyecto y su identidad kirchnerista, siempre débiles a esos ojos. Ya llegará el momento de alejarse. A esas debilidades se refiere en realidad Máximo Kirchner cuando habla de "diversidad y amplia gama" de oferta electoral.

Para Scioli fue también una buena oportunidad de sacarle el jugo a un día positivo para su candidatura. Florencio Randazzo cargó con el peso principal de una huelga que se originó en los gremios del Transporte, sector que él controla, y que con la adhesión o el guiño de otros sindicatos clave, muchos oficialistas, mostró la contundencia de un paro nacional, el más fuerte contra Cristina Kirchner. La dimensión de la protesta superó en mucho el reclamo de los gremios más castigados por el impuesto a las ganancias. Si bien la falta de transporte fue un disuasivo importante, o son mucho más que el 8% de los trabajadores afectados por la no actualización de las escalas del impuesto (justicia social entre los trabajadores, como la llama Emilio Pérsico) o las demandas también son otras.

Randazzo defendió en el Congreso el proyecto de estatización de los trenes y la creación de la empresa Ferrocarriles Argentinos, la última estatización del kirchnerismo (al menos la última que se conoce, acaso haya otra con la que seducir audiencias antes de octubre). Al lado de Randazzo, en la comisión de Transporte, estuvo Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados, que ve aumentar día a día sus chances a la sucesión de Scioli en la Provincia. El dictamen saldrá sin sobresaltos.

Máximo Kirchner mejora sus registros. Ahora habla públicamente cada seis meses y cada vez suena más Kirchner. La última aparición había sido el 13 de septiembre en una tribuna en la cancha de Argentinos Jrs, su debut absoluto. Ayer recordó con melancolía ese paso y develó una de sus fobias: "Estoy contento porque estuve tranquilo", recordó el orador.

El hijo de la Presidenta se valió de un dispositivo de comunicación que debería hacer sonrojar a algunos apoyos a la ley de medios. Lo entrevistó Víctor Hugo Morales por Radio Continental y lo reprodujeron en simultáneo C5N, Radio Rivadavia, Radio Nacional, La Red, Radio Madres, Canal 26 y Radio Pampa de Areco, como se difundió. Desde un estudio en la ciudad de Nueva York, Víctor Hugo no pudo ocultar su sorpresa cuando en su afán por desmentir las denuncias el hijo de la Presidenta le confió que hace 13 años que no viaja al exterior.

A Máximo Kirchner parece alcanzarle con su experiencia doméstica para aspirar a un cargo electivo. Ayer se puso más cerca que nunca de una candidatura.