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El mercado de fusiones y adquisiciones (M&A) en la Argentina mostró recientemente signos alentadores de recuperación tras la llegada del nuevo gobierno y la instauración de un marco económico más previsible.
Durante el primer semestre de 2025, se concretaron 38 transacciones por un valor que superó los u$s 4000 millones, lo que representa un crecimiento interanual cercano al 12% según un informe de PwC. Más aún, según un informe de Datasite, la Argentina fue el único país de la región que experimentó un incremento en la actividad de M&A en el primer trimestre de este año.
Sin embargo, esta mejora debe interpretarse con cautela: lejos de tratarse de un auge expansivo, hablamos de un repunte inicial, aún frágil y condicionado por varios factores macroeconómicos que limitan el ingreso masivo de capital.
La explicación a este fenómeno reside en la dicotomía que enfrenta la macroeconomía argentina. Por un lado, hay avances concretos: la inflación muestra signos de moderación, el país presentó un superávit fiscal y el tipo de cambio parece más estable que en años anteriores.
Pero, por el otro, la volatilidad cambiaria persistente, la limitada disponibilidad de crédito internacional, la incertidumbre regulatoria y un riesgo país todavía elevado actúan como obstáculos significativos para atraer inversiones de mayor magnitud.
Esta mejora debe interpretarse con cautela: lejos de tratarse de un auge expansivo, hablamos de un repunte inicial, aún frágil y condicionado por varios factores macroeconómicos que limitan el ingreso masivo de capital.
Estrategias defensivas
En este contexto complejo, el interés inversor existe, pero las operaciones realizadas en su mayoría responden a estrategias defensivas o ajustes puntuales más que a una ola de inversiones generalizada.
Las empresas involucradas buscan consolidar posiciones, proteger mercados y adaptarse a un entorno competitivo transformado, lo que genera una dinámica de M&A enfocada en la supervivencia y la fortaleza competitiva.
Los compradores más activos en esta etapa son, en su mayoría, empresas locales o internacionales con presencia prolongada en el país, quienes aprovechan su conocimiento del escenario regulatorio y sus vínculos institucionales para sortear los vaivenes macroeconómicos. Como muestra, podemos nombrar adquisiciones lideradas por Vista, YPF, Consultatio, Telecom, como principales actores de esta tendencia.
Las empresas involucradas buscan consolidar posiciones, proteger mercados y adaptarse a un entorno competitivo transformado, lo que genera una dinámica de M&A enfocada en la supervivencia y la fortaleza competitiva.
Cautela global
Mientras tanto, grandes fondos globales se mantienen cautelosos, evaluando el riesgo desde la distancia (la adquisición de Adecoagro por parte de Tether pareciera ser la excepción que confirma la regla).
Para las compañías ya establecidas, el "riesgo país" es un conocido desafío que, lejos de desincentivar, impulsa movimientos que generan sinergias inmediatas: ganar escala, mejorar márgenes o asegurar cadenas críticas de suministro.
El llamado "descuento argentino" sigue siendo un atractivo ineludible en las valuaciones. Hoy en día, las compañías nacionales se negocian con un margen de descuento del 30% al 50% frente a sus pares regionales, dependiendo del sector y la liquidez del activo.
El llamado "descuento argentino" sigue siendo un atractivo ineludible en las valuaciones. Hoy en día, las compañías nacionales se negocian con un margen de descuento del 30% al 50% frente a sus pares regionales, dependiendo del sector y la liquidez del activo.
Esta brecha de precios actúa como un incentivo para inversores que están dispuestos a asumir riesgos calculados, confiando en la estabilización en curso. De consolidarse el nuevo escenario macroeconómico y normalizarse el acceso al crédito, es previsible que las valuaciones comiencen a recomponerse lentamente, pasando de aprovechar descuentos a reflejar valoraciones basadas en la capacidad real de generación de caja.
Sectores y regiones
Sectores como energía -especialmente el shale y las renovables-, agroindustria, farmacéutica y telecomunicaciones concentran el mayor interés por sus características de demanda estructural, potencial exportador y resiliencia ante la coyuntura local.
En paralelo, empresas brasileñas están explorando oportunidades de adquisiciones en Argentina, atraídas por estas valuaciones y por posibles señales de estabilización.
Empresas brasileñas están explorando oportunidades de adquisiciones en la Argentina, atraídas por estas valuaciones y por posibles señales de estabilización.
En suma, el mercado de M&A en la Argentina exhibe un despertar lento pero tangible, marcado por la prudencia y el enfoque estratégico de los actores que ya conocen el terreno.
Para que esta reactivación inicial se convierta en una ola inversora sostenida, será indispensable mantener la estabilidad macroeconómica, recuperar el acceso al crédito internacional y consolidar un marco regulatorio claro y predecible.













