ANÁLISIS

Decisivas cumbres globales

Entre el 20 y el 30 de junio han tenido lugar cinco cumbres globales de Jefes de Gobierno que han tenido como eje el conflicto entre Rusia y la OTAN, que se manifiesta en la guerra de Ucrania.

1) Del 20 al 24 de junio tuvo lugar la Cumbre anual de los BRICS, que se realizó en forma virtual dada las circunstancias creadas por la guerra de Ucrania. Los cinco países que integran este grupo de potencias emergentes (Brasil, India, China, Sudáfrica y Rusia) han eludido condenar a esta última en las votaciones de organismos y foros internacionales, a raíz de la guerra de Ucrania. Esta es también la actitud asumida por la mayoría de las potencias regionales de Asia, África y América Latina. Por eso, el grupo mostró una neutralidad favorable a Rusia en la guerra de Ucrania. En una sesión participaron también los miembros del BRICS Plus: Argentina, Egipto, Indonesia, Kazajstán, Nigeria, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Senegal y Tailandia. En este grupo de países ha predominado una posición similar a la de los BRICS respecto a la guerra de Ucrania. Han eludido votar contra Rusia y no han participado en las sanciones económicas. Tras la Cumbre, Rusia explicitó su respaldo a que Argentina e Irán -que no integra el BRICS Plus- alcancen la categoría de miembro pleno.

2) El 23 y 24 de junio tuvo lugar en Bruselas la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de los 27 países que integran la Unión Europea. A diferencia del momento inicial de la guerra, se evidencian ahora diferencias en el seno de la UE. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha planteado públicamente que Rusia no debe ser "humillada" en la fase final del conflicto. Por su parte, Alemania ha mantenido su resistencia a dejar de abastecerse de gas ruso, que ahora Moscú ha decidido reducir. Ambos países ven con preocupación la prolongación de la guerra, que aumenta los problemas económicos del continente y crea un foco de inestabilidad que puede hacerse crónico. Pero fue el inicio de la incorporación de Ucrania a la UE el hecho que marcó la unidad de Europa y la decisión de superar las diferencias.

3) Del 26 al 28 de junio se realizó la reunión anual de Jefes de Estado y Gobierno del G7 (integrado por las 7 economías más grandes del mundo con sistema democrático-liberal) que se reunió en Schloss Elmau, Alemania. Todos los países del grupo integran la OTAN, con la excepción de Japón, país que integra los aliados de la alianza militar occidental en Asia y es un sólido socio estratégico de Estados Unidos en el Indopacífico. El tema energético también mostró diferencias. Los siete Jefes de Gobierno, incluido Biden, participaron del encuentro. Además de suspender la compra de oro ruso, se anunció el compromiso de llevar adelante el proyecto de destinar 600.000 millones de dólares de aquí a 2027 para financiar proyectos de infraestructura que compitan con la Nueva Ruta de la Seda, que viene realizando China en el ámbito global. A la Cumbre fueron invitados cinco países de Asia, África y América Latina: India, Indonesia, Sudáfrica, Senegal y Argentina.

4) El 29 y 30 de junio tuvo lugar la Cumbre Anual de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN. Participaron de ella los líderes del G7, con la excepción de Japón. Los 30 países de la alianza militar occidental son en su casi totalidad miembros de la Unión Europea. Pero no lo son tres actores anglosajones que juegan un rol decisivo en el conflicto de Ucrania: Estados Unidos, el Reino Unido y Canadá. La OTAN, por su composición, transforma la guerra de Ucrania de conflicto intraeuropeo en intraoccidental. La revisión de la guerra de Ucrania fue el tema central, así como el futuro rol en ella de la alianza militar occidental. La cuestión central que tratar fue la invasión rusa de Ucrania y la posible adhesión de Suecia y Finlandia a la alianza de defensa, lo que se logró al satisfacer los reparos de Turquía por el apoyo de dichos países a la minoría kurda. Impedir esto último es un punto crucial para Rusia, porque vería ampliada su frontera con la OTAN en 1300 kilómetros por Finlandia. La Cumbre definió la nueva estrategia de largo plazo, caracterizando a Rusia como la mayor "amenaza" para la seguridad de Europa y a China como el "desafío" en materia de seguridad, valores e intereses.

5) Por último, en esos mismos días se efectuó la Cumbre de Jefes de Gobierno de los cinco países ribereños del Mar Caspio: Rusia e Irán; otros dos de Asia Central, Turkmenistán y Kazajistán; y uno del Cáucaso, Azerbaiyán (los últimos tres son ex repúblicas soviéticas). Acordaron que sólo ellos tendrán acceso a este mar. Fue el primer viaje de Vladimir Putin al exterior desde el inicio de la invasión a Ucrania. Visitó primero Tayikistán -otro país de Asia Central que es ex república soviética- donde se reunió además con los representantes del gobierno de Afganistán, controlado por los talibanes. Putin buscó mostrar que tiene un sistema de relaciones estratégicas más allá de Occidente. Paralelamente, el presidente Xi Jinping, realizó su primer viaje fuera de China continental -a Hong Kong- desde el inicio de la pandemia.

Argentina ha sido el único país de la región que participó como invitado tanto en la Cumbre de los BRICS como en la del G7. Pese a la aparente contradicción, no deja de mostrar que hoy en el mundo es considerado un país mediano interesante.

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