

Chile entró a su octava semana de cuarentena con cifras alarmantes. Superó la barrera de los 30.000 contagios y ya suma 323 fallecidos por coronavirus.
La preocupación inmediata del gobierno de Sebastián Piñera es la de manejar varios flancos abiertos al mismo tiempo, en la dura “batalla contra este “enemigo poderoso e implacable , como definiera a la pandemia el presidente trasandino.
Mientras tanto el panorama para los habitantes de Santiago, sigue de mal en peor.
El factor social
El 8 de mayo pasado, el gobierno incorporó 14 nuevas comunas a la cuarentena que venían cumpliendo otras 11 en toda la Región Metropolitana. Esto puso en confinamiento sanitario obligatorio a casi toda la capital, con la consabida imposibilidad de transitar libremente.
Muy distinto a la “cuarentena selectiva que el mismo presidente chileno había propuesto semanas atrás, en su afán de no detener la economía. Pero la enfermedad no conoce de planificación y los números de contagios se dispararon, obligando al gobierno a tomar medidas sanitarias mas duras.
Sin duda un escenario complicado para el ciudadano de a pie, ya que la mayoría de las nuevas comunas con restricciones pertenecen a las zonas mas populares y densamente pobladas de la capital. Mientras tanto la zona oriente, de mayores ingresos, quedó con libre circulación.
En estos nuevos barrios donde se aplica la medida, viven en general trabajadores con empleos informales, y con economías precarias, muchas veces subsidiadas a través del propio endeudamiento con tarjetas de consumo adquiridas en las cadenas de retail.
Este gran sector de la población sería el beneficiario de las ayudas estatales anunciadas – muchas de ellas, aún sin materializarse- y que pone en aprietos al gobierno y sus conservadoras arcas.
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, respondió a las críticas indicando: “No podemos quemar todos los cartuchos ahora . Los parlamentarios opositores trabaron el proyecto en el Congreso y pidieron aumentar el Ingreso Familiar de Emergencia; una de las nuevas medidas sociales impulsadas por el ejecutivo y que al decir del ministro “es un monto muy sustantivo , aunque hasta la fecha no se había definido una suma exacta para cada beneficiario. Por trascendidos se calcula un ingresos promedio de 65 mil pesos chilenos, unos 79 dólares aproximadamente.
La suma general que se maneja para este ítem es de 802 millones de dólares que, de aprobarse la medida y veto presidencial mediante, se repartirían en 3 meses y de manera decreciente a cerca de 4,5 millones de chilenos.
Mario Waissbluth, fundador de Educación 2020 y académico de la Universidad de Chile, consultado por radio Infinita, cuestionó: “Chile todavía tiene espacio para adquirir deuda pública por el doble (de lo contraído) y aquí estamos hablando de una minucia . Y amplió que la deuda pública del país representaría la mitad de lo que asignan los países de la OCDE y preguntó “por qué Chile tiene que ser mas papista que el Papa en materia de deuda pública, cuando tiene a las familias angustiadas en sus casas .
Quizá como respuesta al catedrático, el ministro de Hacienda chileno fue tajante. “Aquí va a haber empresas que no van a lograr pasar, empleos que se van a destruir, con todo lo que eso significa para los ingresos familiares, (…) y esto requerirá un plan (…) para reactivar la economía , dijo, entrevistado por Radio Pauta.
La apuesta del gobierno es a distribuir los planes a lo largo del tiempo. La apuesta de la gente es a comer todos los días.
El factor sanitario
Frente al estrepitoso aumento de los casos de coronavirus en la Región Metropolitana, con un crecimiento del 40% de los casos en apenas una semana, el Ministerio de Salud tuvo que endurecer las medidas sanitarias y echar marcha atrás a algunas iniciativas que tenía en carpeta.
Una de ellas fue el “Carnet Covid-19 , documento que buscaba “certificar la inmunidad de los contagiados, luego de un periodo de 14 días posterior a contraer el virus. Según el Ministerio, luego del tiempo estipulado esas personas “habrían superado la enfermedad .
Y aunque en este punto también se escucharon críticas de la oposición y los sectores de la salud, fue una publicación extrajera, la revista médica The Lancet, en su nota del 9 de mayo pasado la que alertó sobre la viabilidad y los peligros de este carnet de cuyo club nadie quiere ser socio.
“Con las limitaciones sobre las pruebas (rápidas), con las limitaciones sobre el conocimiento de si una persona que tiene anticuerpos está realmente protegida, con los problemas sociales que podrían ocurrir si las personas aun son contagiosas, no podemos recomendar este tipo de medidas , dijo Jarbas Barbosa, subdirector de la Organización Panamericana de la Salud consultado por The Lancet para su artículo titulado "Chile planea controvertidos certificados Covid-19".
“La infección mas común de coronavirus da como resultado una inmunidad débil, y los pocos estudios transversales existentes de SARS y MERS indican una inmunidad decreciente (recién) unos años después de la infección , advirtió la publicación.
Desde el gobierno justificaron la marcha atrás debido a que podría desencadenarse “un problema de discriminación bastante severo. Esto es una hipótesis. Pero, es una hipótesis que hay que atender. Podría ocurrir que a una persona a la que se le entregue un carnet Covid tenga, frente a otro que no lo tiene, determinados privilegios a la hora de ser contratado, recontratado en su trabajo, entrar a un recinto público, etc." afirmó el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, a los medios.
También podría suceder al revés, una discriminación negativa, y que alguien que tenga la enfermedad sea linchado por sus vecinos; como sucedió en la ciudad de Vallenar, 700 km al norte de la capital, cuando un grupo de pobladores, no mas de 5 personas, apedrearon e intentaron quemar la casa de una trabajadora de la minería y su familia, los que habrían dado positivo para Coronavirus. Parece que todo es cuestión de perspectivas.
En algunos medios digitales, como El Mostrador, han trascendido audios y mensajes de WhatsApp de médicos de distintos centros de salud desbordados por el aumento explosivo de los casos y la falta de recursos en esos centros asistenciales, como el que sigue:
“Miércoles 6 de mayo. Residente de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) a la comunidad médica: Informo que a partir de las 20 hrs. de hoy me encuentro solo de turno por las siguientes 12 hrs, con 11 pacientes críticos, 10 Covid positivo, al no haberse encontrado otro residente que cubriera este turno. Situación que era de conocimiento de la jefatura y directiva del hospital decía el desesperado llamado de auxilio de un médico del hospital San José, en Santiago.
Y sigue: “Hoy es una noche negra para nuestro hospital por una decisión de contención de gastos. Contener gastos con los reemplazos. Hoy faltan 3 especialistas en Unidades Críticas del hospital. Unidad de Pacientes Críticos (UPC) y pabellón . El hospital San José, es uno de los centros asistenciales que se encuentran en la comuna de Independencia, de escasos recursos y densamente poblada.
Según especialistas y teniendo en cuenta el sistema de salud de Chile, el virus estaría reproduciendo el patrón de desigualdad socioeconómica del país y el sistema de salud trasandino estaría cerca de colapsarse, con una capacidad de camas críticas ocupadas al 90%.
El mismo sistema de salud que hasta diciembre de 2019 y según el propio ministro Mañalich era “uno de los mejores y mas eficientes del planeta .














