CRONISTA POR UN D A

Poco espíritu de Pascua y mucha rosca entre el Gobierno y los CEOs

Desde hace unos 20 días en los grandes jugadores empresarios ven tibias señales de mejora en el nivel de actividad. "Es muy leve, poquito pero un poco de oxígeno", sintetizó el CEO de un poderosa industria que pisa fuerte en el norte del país mientras ingresaba a la comida del Cippec en el coqueto restaurant del predio de La Rural.

"Sí, lo vemos, y si continúa habrá mejoras en los niveles de empleo pero por ahora hay que esperar para tenerlo más claro", se sumó otro director general de una poderosa siderúrgica multinacional. El dato da un respiro en medio del desierto aunque en ese mismo encuentro Julia Pomares, la directora ejecutiva de Cippec, sin saber de los comentarios previos en los pasillos le puso dimensión de mediano plazo a esta situación. En tono calmo disparó un hecho letal: "Si la Argentina creciera un 3% anual en los próximos cinco años, la pobreza sólo se reduciría de 32% a 26%".

La puja entre la urgencia y el mediano plazo está atravesando el rumbo de la economía en este año electoral. Los datos que se ven en las encuestas inquietan a los CEOs y también a un sector de la Casa Rosada, donde por estas horas insisten en que un eventual retorno al kirchnerismo complicará aún más la economía porque empeoraría el clima de negocios y bajaría el valor patrimonial de las compañías.

Un argumento que apunta fundamentalmente para aquellos sectores que siguen enfatizando que la economía no se recupera y que los niveles actuales de las tasas atentan contra los sectores productivos. Es un mensaje que repiten en la Unión Industrial, por ejemplo, donde ya tienen decidida la continuidad de su titular Miguel Acevedo al frente de la entidad fabril por otros dos años, le reconocen la gestión y la cintura política para manejar un período que parecía más favorable a los dueños de las fábricas de lo que realmente terminó siendo, al menos por ahora, en la práctica.

En la industria cuestionan las gestiones del Gobierno por el blanqueo laboral. Por ejemplo en la UIA consideran que no alcanza con la reducción de multas sino que deberían eliminarse las mismas. Son matices en la letra chica de una iniciativa que presentó la cartera de Trabajo y Producción en un año electoral donde el Congreso meterá su propio ritmo y presión política.

Eso le reconocen al ministro Dante Sica, golpeado en estos días con las versiones sobre el alejamiento de su cargo. Por eso desde el mismo lugar sostienen que como es poco probable que se pueda avanzar de acá hasta octubre con este tema parece poco pertinente sacar a la luz los cuestionamientos sobre este tema.

El primer trimestre de este año para las pymes fue brutal. Hay un relevamiento que actualmente efectúa en todo el país en todo el país el Observatorio Pyme con datos preliminares que preocupan por la situación de la cadena de pagos y el empleo. El rasgo distintivo de ese sondeo que aún no terminó preanunciaría una completa reestructuración del sector y un puñado de empresas que arrancaron pero otras que siguen estancados, en especial porque ni tiene espalda propia o suficiente capital propio para ponerse en marcha.

Todo el sector de consumo sería el más afectado y dentro de las regiones del país el conurbano encabezaría la lista los que peor la pasan. Este dato territorial en las pymes está cuidadosamente anotado en los equipos de la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal. Sus equipos saben que en Buenos Ares llegará el derrame de la reactivación llegará mucho después de las elecciones.

Por eso en este territorio hay también muchos heridos dentro de Cambiemos. No todos los "armadores" actuales tienen en sus filas a los que estaban antes. Hubo bajas importantes, sobre todo en la críptica y profunda La Matanza. Allí los ex Cambiemos trabajan hoy para el armado provincial del gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey.

Es una postal que se repite en otros territorios con los "despechados" que el jefe de Gabinete arcos Peña ha dejado en el camino. La postal cordobesa con la UCR y los intendentes que se unieron para formar su propia lista municipal, Somos, se repica, aunque con escasa intención de votos por ahora, en varios lugares en un año donde cada voto valdrá oro para marcar aunque sea una pequeña diferencia.

Entre las que también tienen que lidiar con la antipática tarea de ser una parte de la cara visible de los aumentos figuran las empresas de servicios. Por ejemplo, las eléctricas como Edenor que con este malhumor social por la decisión oficial de subir las tarifas quedan empañados otros números de esta empresa nacional. A saber: 17.000 millones de pesos invertidos en dos años y trabajo directo para 5000 familias y otros 10.000 indirectos. Dicen en la empresa que el 82% de los dos millones de clientes residenciales, en promedio, $ 866 mensuales. Pero claro para quienes pagan tarifas más caras que el año pasado las cuentas son otras. Y así también lo miran los supermercados y distribuidores que hasta última hora le hicieron suda la gota gorda al Gobierno en la negociación para incluir 12 categorías de nuevos productos en la canasta básica con precios bajos. Allí también la falta de compensación por la ecuación de costos tarifaria puso en jaque la posibilidad de un acuerdo obligatorio. Eso reclamaron las grandes cadenas ante la negativa del lápiz rojo del ministro Nicolás Dujovne que tacha cualquier gasto adicional desde el Palacio de Hacienda.

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