En Brasil, el consenso económico liberal sigue fuerte

Luego de un momento de fragilidad política de Paulo Guedes y su tropa hace un mes atrás, hoy el ala económica liberal parece estar más fuerte que nunca al observar los cambios recientes de algunos cargos claves en el gobierno de Brasil. En primer lugar, se destaca la llegada de otro hombre de la Escuela de Chicago a un cargo importante como es la Secretaria Especial de Comercio Exterior y Asuntos Internacionales, lugar fundamental para darle dinamismo a la política de negociaciones de acuerdos comerciales que lidera Brasil en el Mercosur.

Roberto Fendt, un hombre cercano a la FIRJAN (Federación de Industrias de Rio de Janeiro), posgraduado en Chicago, que se desempeñaba como director del CEBRI (equivalente al CARI argentino) y como secretario ejecutivo del Consejo Empresario Chino-Brasileño asumirá el cargo que deja vacante Marcos Troyjo, quien asumirá la presidencia pro-tempore del Banco de Desarrollo de los BRICS en China.

Por otro lado, también se anunció hace pocos días el reemplazo del actual Secretario del Tesoro, Mansueto de Almeida por Bruno Funchal, quien viene de los equipos técnicos que trajo Guedes al gobierno. Funchal es un liberal, formado en la Fundación Getulio Vargas de Rio de Janeiro y posgraduado en EE.UU. en una universidad “ivy league con una fuerte trayectoria en temas fiscales. Reemplazará a un hombre de gran prestigio en temas fiscales como es Mansueto de Almeida quien fue una figura clave durante el gobierno de Temer para devolver la estabilidad económica a Brasil, y ha sido hasta el momento un hombre que representó la transición ordenada del gobierno Temer al de Bolsonaro.

Al observar estos cambios, así como el perfil del equipo de Guedes, encontramos varios aspectos comunes que funden sus raíces en un grupo que muchos lo han llamado “los chicago oldies , herederos del pensamiento económico liberal de Roberto Campos y Eugenio Gudin. Este grupo, de fuerte pensamiento liberal, tiene como uno de sus principales exponentes al economista Carlos Geraldo Langoni, profesor en la Getulio Vargas, un monetarista seguidor de Milton Friedman y ex presidente del Banco Central durante el gobierno Figueredo.

Con base principal en la ciudad Rio de Janeiro, este grupo cercano a la FIRJAN y a la Fundación Getulio Vargas, muchos de ellos posgraduados en Chicago o en alguna universidad “Ivy League norteamericana, se compone de economistas y políticos de pensamiento liberal que desde hace mucho tiempo participan de almuerzos en el Yacht Club de Rio de Janeiro.

A estos encuentros han asistido hombres que hoy ocupan cargos relevantes en este gobierno como Paulo Guedes, actual ministro de Hacienda, Roberto Castelo Branco (presidente de Petrobras), Rubens Novaes (presidente del Banco do Brasil), Carlos Von Dollingel (IPEA), Roberto Fendt, exdiplomáticos como Marcio Fortes, quien posee gran influencia en el pensamiento liberal de la FIRJAN o Jose Botafogo exembajador en Argentina y el mismo Langoni, ex profesor de Guedes, entre otros. Se dice que Langoni sigue siendo una persona de consulta permanente del ministro de hacienda brasileño.

Este grupo ha sido la base fundamental de la construcción del “ala económica liberal del gobierno Bolsonaro, y muestra una novedad en la política brasileña actual, que es no solo la vuelta de un gabinete económico liberal de pura cepa al poder luego de más de 30 años, sino también el ascenso al poder de un gran grupo de economistas y dirigentes políticos cariocas, entre los que también se destacan el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia o el ministro de Luiz Fux quien podría transformarse en el próximo presidente de la Suprema Corte de Justicia, además de la propia familia Bolsonaro entre otros.

Está claro, que Bolsonaro como hombre de derecha sin conocimiento alguno de economía, que construyó su carrera política en Rio de Janeiro, absorbió mucho del pensamiento económico que fluía en varias de las instituciones de esta ciudad. También es sabido, que Guedes supo leer el momento político bisagra que vivía Brasil en 2018, y a través de la diputada Bia Kicis se acercó a Bolsonaro al inicio de la campaña presidencial. Como este, podemos recordar otros momentos bisagra de la vida política brasileña, por ejemplo, en los 60 la llegada de Quadros al poder y luego Castelo Branco en el 64, o Collor en los 90 y luego Cardoso en el 94. Sin embargo, como veremos a continuación, esta no es la primera vez que liberales cercanos al pensamiento de Friedman llegan al poder, pero si lo que podemos observar a lo largo de la historia económica de los últimos 70 años de Brasil, es una confluencia de visiones diferentes que pese a ello han logrado coexistir con éxito.

El recorrido

Como muchos señalan, los “chicago oldies son los herederos de Roberto Campos quien fue un hombre clave para el desarrollo económico brasileño desde el gobierno de Castelo Branco en adelante. Sin embargo, Campos ya estuvo presente desde la época de la segunda presidencia de Getulio Vargas al diseñar lo que sería la petrolera estatal Petrobras en los años 50. Sin embargo, más adelante durante el gobierno militar de los generales Coste e Silva, Medici y Geisel, en Brasil se impuso el pensamiento de un “desarrollismo agresivo a la japonesa liderado por Delfim Netto y el patriarca del pensamiento industrialista de la FIESP, Mario Henrique Simonsen. Es la época del Brasil que crecía al 10% anual, pero también del Brasil que colapsa por la deuda y la crisis del petróleo en los 80.

Luego de la crisis e hiperinflación de la década perdida, en Brasil volverían nuevos vientos liberales, primero con Collor y luego con Fernando Henrique Cardoso y el Plan Real. Durante el primer gobierno de Cardoso vemos la llegada de un grupo liberal nacidos en la Pontificia Universidad Católica (PUC) entre los que se destacaban Pedro Malan, Edmar Bacha y André Lara Resende, todos cercanos al PSDB, así como Eduardo Gouvea actual presidente de la FIRJAN y Francisco Gros que venía del sector financiero e integra el gabinete de Collor en el proceso de renegociación de la deuda y luego sigue con Cardoso. Pero también en este mismo gobierno encontramos a Jose Serra quien viene de CEPAL y al mismo Fernando Henrique creador de “la teoría de la dependencia en los 60. Era un gabinete que buscaba equilibrios, pero con impronta liberal. Cabe recordar, aunque liberales todos, Guedes y su grupo no son muy queridos por aquellos liberales pragmáticos que crearon el Plan Real.

El proceso de equilibrio en el gabinete económico iniciado por Fernando Henrique sigue durante el primer gobierno de Lula. Es la etapa más liberal de Lula, donde él busca complacer a los mercados y espantar el “fantasma comunista con un equipo liderado por Antonio Palocci en el ministerio de Hacienda, Joaquim Levy, un Chicago Boy, ex director del Banco Bradesco y Marcos Lisboa de la escuela de negocios, INSPER. Pero su baluarte liberal durante sus dos mandatos fue Henrique Meirelles, quien al frente del Banco Central logró llevar a Brasil al “grado de inversión .

Sin embargo, ya a partir del segundo mandato de Lula y principalmente con Dilma en el poder, una línea más desarrollista, una especie de “gaullismo aggiornado , muchos de ellos formados en la UNICAMP y la Universidad Estatal de Rio, quienes tenían en mente una política económica mas centralizada y de apoyo a los campeones nacionales en su proceso de expansión internacional comenzó a chocar de frente con Meirelles y el ala liberal. Aquí en este grupo encontramos a Celso Amorim, la propia Dilma Rousseff, Luiz Belluzo y a Luciano Coutinho quien lideró desde el BNDES la política de campeones nacionales. Cabe recordar que, en esa época, Meirelles se gana un apodo de este grupo, lo llamaban el “Martinez de Hoz brasileño por su política monetaria.

Todo este ciclo intervencionista finalizaría con una feroz recesión, el gran escándalo de corrupción de la “lava jato y el juicio político a Dilma, que terminaría abonando a una crisis política capaz de traer a la presidencia a un “outsider del sistema y nuevamente un gabinete liberal de pura cepa.

Hoy el gobierno brasileño se encuentra luchando en varios frentes, por un lado, enfrentando la pandemia, al mismo tiempo tomando medidas drásticas para mantener su economía a flote y por último enfrenta una crisis política que podría derivar en un impeachment. Sin embargo, queda claro que el pilar económico liberal sigue manteniendo un fuerte consenso en el establishment brasileño, reforzando la figura de Guedes y su grupo. En conclusión, parece ser que hoy en día, estar cerca de la FIRJAN, almorzar en el Yacht Club en Rio o haber pasado por los claustros de la Getulio Vargas te acercan al poder en Brasil.

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