Condenados al éxito

“Aquellos argentinos tenían el estómago agradecido, profesaban hacia nuestros grandes chefs una admiración infinita y, cuando regreso mi Musyne, con su documento auténtico, su hermoso palmito, sus deditos frágiles y gloriosos, se pusieron a cotejarla a cuál más, a rifársela, por así decir. La prosa heróica se apodera sin resistencia de quienes no van a la guerra y aún más de aquellos a quienes está enriqueciendo de lo lindo... Militares del ejército de tierra se la disputaban a brazo partido, aviadores también y con mayor facilidad aún, pero la palma ganadora se la llevaban los argentinos. El comercio de carne congelada de éstos alcanzaba, gracias a la pululación de nuevos contingentes, las proporciones de una fuerza de la naturaleza. La pequeña Musyne aprovechó aquella época mercantil. Hizo bien, los argentinos ya no existen .

Viaje al Fin de la Noche. Celine (1932, Francia).

 

Una de las creencias más extendidas es que somos un país rico. El contraste de esta creencia con la realidad de un país de ingresos medios con un 30% de pobres suele explicarse con argumentos simplistas del estilo: “Comparemos Australia con Argentina, países con recursos naturales similares pero con un desarrollo económico desigual. ¿La razón? Australia fue una colonia anglosajona con una larga tradición de respeto a la propiedad privada... o “Somos un país rico, si abrimos nuestra economía para dedicarnos a lo que hacemos mejor y tenemos ventajas comparativas (recursos naturales) volveremos a ser grandes y ricos otra vez. Fíjense en Chile, un país con menos recursos naturales que nosotros o “A principios del siglo veinte, vivimos nuestra época de gloria. El peronismo arruinó todo (se suele reemplazar peronismo con:  ley Sáenz Peña, sindicatos, educación pública, sistema de seguridad social, etc.) o “Cien años de decadencia económica se explican en forma muy sencilla y con una sola variable: el déficit fiscal. Si fuéramos más ordenados seríamos una potencia económica. Hay que achicar el estado. A principios del siglo XX teníamos un estado pequeño y eramos el mejor país del mundo .

La certeza acerca de nuestra “riqueza y nuestro “pasado de esplendor abona discursos cínicos que “nos condenan al éxito y justifica soluciones mágicas. De las más recientes: “Con nosotros, viene la lluvia de inversiones. El mundo espera el cambio de gobierno para invertir en nuestro país o “Con un Banco Central profesional resolvemos el problema de la inflación. Es muy fácil .

Recursos naturales

El Banco Mundial acaba de publicar el informe The Changing Wealth of Nations 2018 en el que intenta medir la riqueza de 141 países en el transcurso de veinte años (entre 1994 y 2014) como una medida complementaria del PIB. Más allá de algunas cuestiones metodológicas mejorables, el informe es un intento valioso de medir la riqueza de una gran cantidad de países con una metodología similar.

El informe separa las estimaciones de riqueza en cuatro: recursos naturales (capital natural), capital físico y tierra urbana, capital humano y tenencia neta de activos externos. Las estimaciones se realizan a dólares corrientes 2014 (en un apartado del informe se menciona que a futuro se podrían presentar los datos a PPP, una medida del poder de compra que permite una mejor comparación entre países).

En el caso de los recursos naturales, su valor se estima proyectando a futuro los ingresos generados en la actualidad y se los suma a valor presente. Se dividen en recursos no renovables (energía y minerales) y renovables (tierras dedicadas agricultura, actividad forestal, etc.). El valor de las tierras dedicadas a la agricultura se realiza considerando los datos de producción y  precios publicados por la FAO.

A continuación reproduzco los datos sobre la riqueza en recursos naturales per cápita de algunos países:

¡Oh Sorpresa! Según este informe del Banco Mundial, ¡no somos un país rico en recursos naturales! Al contrario, estamos apenas algo arriba del promedio del mundo (la riqueza en recursos naturales per cápita promedio del conjunto de 141 países es de u$s 15.841). Australia tiene diez veces más riqueza natural que nosotros y Chile, el triple ¿Entonces? Tener más o menos recursos naturales no define el éxito o fracaso de un país, Alemania y Japón son claros ejemplos de esto. En el otro extremo, Arabia Saudita y Venezuela también lo son. El desarrollo es un camino lleno de obstáculos, cuestas arriba y resultados inciertos. Depende, además de las decisiones a nivel de los estados nación, de condiciones históricas, factores geopolíticos, demográficos, del estado del progreso técnico, etc. Necesitamos respuestas de mayor calidad para responder a los desafíos y oportunidades cambiantes que ofrece la globalización. Respuestas diferentes a las observadas hasta ahora.

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