
La OMS informó este fin de semana que la variante Ómicron del coronavirus se ha detectado ya en 89 países y alertó que continúa expandiéndose rápidamente. Los casos confirmados se duplican cada 36 y 72 horas en los países en los que ya está presente.
Esta situación se ve también reflejada en las ligas de los diferentes deportes de Europa y Estados Unidos.
En Europa, los clubes de fútbol se encuentran ante la posibilidad de tener que disputar, nuevamente, los partidos sin público y volver a perder los ingresos por ticketing y matchday que tanto afectó a sus cuentas durante el estallido de la pandemia.
En Inglaterra, la mitad de los encuentros que se iban a disputar este fin de semana en la Premier League fueron suspendidos por brotes de Covid-19 en clubes como Tottenham Hotspur, Manchester United, Liverpool o Watford La competición británica anunció que la semana pasada hasta un total de 42 personas entre jugadores y empleados de clubes dieron positivo en los test.
En Alemania y Austria se han impuesto restricciones y se redujo el aforo en los estadios, aunque en el estado alemán de Baviera dieron un paso más y los partidos se juegan a puertas cerradas, tanto en la Bundesliga como en competiciones europeas. El Barcelona jugó sin público contra el Bayern en Múnich, igual que el Sevilla ante el Salzburgo austríaco. Mientras que el Real Madrid también ya tiene jugadores aislados.

Tras dos temporadas atravesadas por el Covid-19, el fútbol europeo tuvo una pérdida de ingresos que asciende a 4000 millones de euros, según un informe de la Asociación Europea de Clubes (ECA).
Si los estadios volviesen a cerrar, el negocio de las entradas es el que se vería más afectado, ya que podría llegar suponer una merma media de ingresos por club de prácticamente el 40% de su negocio.
En Estados Unidos, tanto la NBA como la NHL (hockey sobre hielo) tuvieron que posponer partidos en el último mes debido a la gran cantidad de jugadores marginados, y si bien la NFL (fútbol americano) no quiere suspender los partidos, dicen que esto podría pasar en cualquier momento.
De todas formas, según indican los medios locales, no está en los planes que las ligas estadounidenses volver a jugar en una "burbuja" o suspender durante un par de semanas para dejar que las cosas se calmen.
Y también hay demasiado en juego desde el punto de vista financiero para que las ligas se planteen siquiera el cierre, teniendo en cuenta los millones y millones de dólares que se perdieron cuando el deporte se detuvo el año pasado.
En Canadá, el miércoles, la provincia más grande del país, Ontario -sede de los Raptors de Toronto de la NBA y de los Maple Leafs de Toronto y Senators de Ottawa de la NHL- estableció un tope del 50% de la capacidad para grandes concentraciones como los eventos deportivos profesionales. Hasta ahora, la NHL es la liga que más partidos ha aplazado esta temporada en Norteamérica, con 10.
La NBA también tiene varias estrellas "protocolizadas" en este momento, incluyendo a Giannis Antetokounmpo, de los Bucks de Milwaukee, y James Harden, de los Nets de Brooklyn. Hasta la semana pasada, 33 jugadores se encontraban en esta misma situación, y 17 de ellos jugaban en Chicago o Brooklyn.
La NFL tiene la suerte de que la mayoría de sus partidos se juegan al aire libre, por lo que hay menos riesgo para los espectadores. Pero la liga está teniendo su peor brote en términos de jugadores en la lista de reserva/Covid, con 88.














