
Cultivar un árbol en casa es una tendencia que gana espacio en balcones y terrazas. No solo aporta frescura y color, también puede atraer prosperidad, según el Feng Shui.
Entre las especies más recomendadas, el mandarino se destaca por su adaptabilidad, sus frutos aromáticos y su simbolismo energético.
¿Por qué elegir un mandarino en maceta?
Los viveristas lo recomiendan porque se adapta bien a recipientes grandes y alcanza entre 2 y 3 metros con una poda regular. Es ideal para espacios reducidos, ya que ofrece sombra suave y frutos en poco tiempo.
Además, su color naranja intenso activa el elemento Fuego en Feng Shui, lo que potencia la abundancia y la buena suerte.
¿Qué necesitás para cultivarlo?
Para que el mandarino crezca sano y dé frutos, es clave elegir una maceta de al menos 50 litros. Esto permite que las raíces se expandan sin estrés. El suelo debe ser bien drenado y rico en nitrógeno y potasio, dos nutrientes esenciales para cítricos.
Si no tienes espacio para una maceta grande, existen variedades enanas que se adaptan a recipientes más pequeños y también producen frutos.

¿Claves para trasplantar y cuidar el mandarino?
- Coloca piedras en el fondo de la maceta para mejorar el drenaje.
- Usa sustrato especial para cítricos y cubre bien la raíz.
- Riega cuando la tierra esté semi seca; tras el trasplante, hazlo dos veces al día durante dos semanas.
- Ubica la maceta en un lugar soleado y protegido del viento.
- Una vez estabilizada la planta, mantén un riego semanal.
En invierno, si la temperatura baja de 5 °C, conviene resguardar la planta en interiores para evitar daños.
Beneficios del mandarino en casa
Además de dar frutos ricos en vitamina C, el mandarino aporta frescura y aroma natural. Según el Feng Shui, las mandarinas doradas simbolizan prosperidad y energía vital, por lo que se usan en rituales de Año Nuevo y en decoración para atraer fortuna.
Es importante saber que en países asiáticos, regalar mandarinas es un gesto de buenos augurios y éxito económico.














