El gobierno de Brasil apuesta a los mecanismos de cooperación y diálogo en el área de energía para evitar daños a los intereses de Petrobras en Argentina; y los diplomáticos consideran que la administración de Cristina Kirchner puede incluso ampliar las oportunidades para la petrolera, según indicaron fuentes al periódico Valor.

El ministro de Minas y Energía, Edson Lobão, y la presidenta de Petrobras, Maria das Graças Foster, se reunirán el viernes con el ministro de Planificación, Julio De Vido, en un encuentro planeado antes del anuncio de la expropiación de YPF, en manos de la española Repsol.

En un comunicado oficial, De Vido señaló que en la reunión se discutirán proyectos de inversión de Petrobras en la Argentina.

Sin embargo, el gobierno de Dilma Rousseff y la petrolera estatal reclaman explicaciones por la decisión de la provincia de Neuquén de retirar a la compañía brasileña la concesión del campo de Veta Escondida, con el argumento de que no hubo inversiones o producción suficientes.

La "sociedad" entre Brasil y Argentina en el sector de energía va más allá del petróleo y del gas, y existen proyectos conjuntos en el segmento de biocombustibles, energía nuclear e hidroelectricidad. De hecho, tiempo atrás Brasil ayudó a la Argentina a través de "préstamos" de energía para evitar cortes de luz.

El gobierno de Rousseff ve en la relación entre ambos estados una garantía para no preocuparse con el riesgo de intervención gubernamental en Petrobras.

Lobão, encargado de discutir el tema con los argentinos, viajó recientemente para tratar acerca de uno de los emprendimientos conjuntos en el sector energético, las hidroeléctricas binacionales Garabi y Panambi, que tendrán 2.200 megawatts, y serán construídas por la brasileña Eletrobras y la argentina Emprendimientos Energéticos Binacionales S.A. (Ebisa) a un costo estimado en u$s 4.000 millones.

"Acompañamos de cerca el desarrollo de esta historia", dijo el canciller brasileño, Antonio Patriota, sobre eventuales riesgos para Petrobras, al recordar una reunión que mantuvo con De Vido. "Las relaciones con Europa son excelentes", afirmó, en referencia al impacto que el conflicto por la nacionalización de YPF podría tener en las relaciones del Mercosur con la Unión Europea.

El ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alfredo Moreno, que ayer se reunió con Patriota, también minimizó las consecuencias para la región de parte de gobiernos e inversores europeos, a raíz de la crisis generada por la decisión argentina.

Después de informar que iría a España tras su viaje a Brasil, Moreno dijo que no comentaría la decisión del Gobierno de Kirchner, pero afirmó que Chile defiende el respeto "a las leyes, el estado de Derecho, las reglas y normas internacionales".

Chile presidirá la próxima cumbre de los países de América latina y una reunión paralela en enero entre los latinoamericanos y la Unión Europea.