

Pertenecer a la clase media, clase baja o clase alta no solo es una cuestión de percepción: corresponde a cifras oficiales concretas que determinan la diferencia entre estar por debajo o por encima del umbral de la pobreza.
En los Estados Unidos, con una inflación persistente, el aumento sostenido del costo de la vivienda y el encarecimiento de servicios básicos como energía y alimentos, se ha abierto la pregunta sobre cuánto dinero necesita una familia para no caer en la pobreza.
Consultores financieros coinciden en que el umbral de ingresos es hoy más alto de lo que muchos imaginan. De acuerdo a cifras oficiales difundidas por Associated Press (AP), en la actualidad los salarios avanzan a un ritmo menor que los precios en rubros clave del presupuesto familiar. Este desfasaje obliga a redefinir qué nivel de ingreso permite cubrir gastos esenciales sin recurrir de manera permanente al endeudamiento.
Cuánto dinero hay que ganar para no ser pobre en 2026
Según cálculos oficiales, para el próximo año, una familia promedio necesitará entre 80.000 y 90.000 dólares anuales para sostener un hogar. Esto equivale a un ingreso mensual bruto aproximado de 6700 a 7500 dólares, sin impuestos.

Una encuesta reciente de CBS News mostró que la inflación sigue presionando el poder adquisitivo de los hogares estadounidenses, con subas que se ubican en torno al 3% al 4% anual. En este sentido, los mayores incrementos se concentran en vivienda, energía y alimentos.
¿Por qué cada vez es más difícil ser de clase media?
El diagnóstico es compartido por otros expertos del sector. Jeffrey Hensel, broker asociado en North Coast Financial, advirtió que incluso con ingresos cercanos a los 85.000 dólares anuales, muchas familias apenas logran cubrir lo indispensable. Según explicó, el rezago entre ingresos y costos básicos obliga a recurrir con frecuencia a tarjetas de crédito o adelantos de sueldo para sostener los gastos mensuales.
Hensel sostuvo que el problema no se limita al nivel salarial, sino también a la falta de margen para ahorrar o invertir. En ese sentido, no alcanza con aspirar a un salario más alto: resulta clave gestionar el flujo de efectivo, reducir deudas con altos intereses y priorizar activos que ayuden a compensar el impacto de la inflación.
Por este motivo, sin una estrategia financiera sólida, advierten los analistas, incluso ingresos considerados “buenos” pueden resultar insuficientes frente al costo de vida actual en Estados Unidos.











