La dosis diaria máxima de miel: cuáles son los riesgos de consumir en exceso y qué personas deberían evitarla
La miel, a pesar de ser un producto natural con múltiples beneficios, debe consumirse con moderación. Descubrí los motivos.
La miel, un alimento dulce de origen natural, se utiliza históricamente como endulzante. Aunque se la suele considerar saludable por su contenido de antioxidantes y propiedades medicinales, el consumo excesivo puede traer riesgos para la salud y por eso hay una dosis diaria máxima recomendada.
Estos son algunos de los efectos adversos de un consumo elevado de miel, las cantidades recomendadas y qué personas deberían limitar o evitar su ingesta debido a su composición rica en azúcares naturales.
Beneficios de la miel y su composición
La miel es conocida por sus propiedades antioxidantes, que pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas. Además, investigaciones demostraron su eficacia en el tratamiento de la tos, especialmente en personas con infecciones respiratorias y tos nocturna.
A nivel digestivo, la miel puede prevenir trastornos como la diarrea en casos de gastroenteritis y es útil en terapias de rehidratación.
Sin embargo, a pesar de estos beneficios, es importante tener en cuenta su alto contenido en azúcares, ya que está compuesta en un 82% por ellos, principalmente fructosa y glucosa. Este detalle es fundamental al considerar los riesgos de consumirla en exceso.
En esta línea, la Asociación de Comerciantes y Envasadores de Miel (ASEMIEL-ANIMPA) sugiere que una persona adulta sin problemas de salud o de peso puede consumir una cucharada de miel al día.
Esta cantidad, equivalente a entre 10 y 12 gramos, es segura y no debería causar complicaciones. Sin embargo, superar esta dosis diaria podría aumentar el riesgo de desarrollar problemas de salud relacionados con el alto consumo de azúcares.
Consecuencias del consumo excesivo de miel
Consumir miel en exceso puede traer consecuencias negativas para la salud:
- Resistencia a la insulina: debido a su alta concentración de fructosa, el consumo excesivo de miel puede aumentar el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina, un factor que puede llevar a la diabetes tipo 2.
- Aumento de peso: aunque es un azúcar natural, la fructosa también contribuye al aumento de peso, especialmente si se consume de manera descontrolada.
- Problemas hepáticos: estudios han vinculado el exceso de fructosa con enfermedades hepáticas, como el hígado graso no alcohólico.
A pesar de los beneficios de la miel, Mayo Clinic asegura que ciertas personas deben tener precaución o evitar su ingesta debido a su composición y potenciales riesgos para la salud.
- Bebés menores de un año: la miel no debe administrarse a bebés menores de 12 meses, ya que puede causar botulismo infantil, una afección gastrointestinal poco frecuente pero grave.
- Personas con diabetes: las personas que padecen diabetes o resistencia a la insulina deben ser especialmente cuidadosas con el consumo de miel. A pesar de ser un edulcorante natural, su alto contenido de azúcares puede elevar significativamente los niveles de glucosa en sangre.
- Personas con intolerancia a la fructosa: quienes padecen intolerancia a la fructosa deben evitar la miel, ya que su elevada concentración de este tipo de azúcar puede desencadenar malestar digestivo, incluyendo dolor abdominal, diarrea y flatulencias.
- Alérgicos al polen de abeja: las personas alérgicas a ciertos componentes de la miel, en especial al polen de abeja, pueden sufrir reacciones adversas graves, que en algunos casos podrían ser mortales.
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