Argentinos con campos en Uruguay se suman al blanqueo de Macri

Bajo el formato de sociedades anónimas, entre 2000 y 2012 se adquirieron hectáreas por u$s 4726 millones en Uruguay. Calculan que más de 50% son de capitales argentinos

Como ocurre con los argentinos que tienen inmuebles en Maldonado y Punta del Este, los propietarios de campos de la vecina orilla también consultan a operadores inmobiliarios y estudios jurídicos en Uruguay para adherirse al plan de blanqueo de activos que lanzó el gobierno de Mauricio Macri, dijeron operadores del mercado de tierras.

En los últimos 15 años, unas 7,8 millones de hectáreas uruguayas -casi la mitad de las 16,4 millones del total del área agropecuaria-, cambiaron de manos, según datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA). Como consecuencia de la fuerte transformación productiva y tecnológica que tuvo el agro en ese período en rubros como la agricultura y la forestación, una porción importante de esa superficie pasó a manos de capitales extranjeros.

Aunque no hay datos oficiales sobre el total de campos que empresarios o sociedades anónimas del vecino país adquirieron en su conjunto, operadores del mercado inmobiliario y autoridades reconocen que Argentina lidera dentro de los nuevos propietarios foráneos de la tierra uruguaya en la última década. En esa tendencia no solo incidieron factores de cercanía geográfica o similitud de la estructura productiva.

La política hostil e impositiva que aplicaron los gobiernos kirchnerista sobre el campo argentino hasta diciembre fue otro aliado nada despreciable que fomentó el arribo de capitales argentinos en busca de un refugio seguro.

Muchas de esas operaciones se realizaron por fuera del radar de las autoridades tributarias de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

De acuerdo a los últimos datos disponible de las operaciones de tierras por nacionalidad de la DIEA en Uruguay, entre los años 2000 y 2012, los argentinos lideraron la compra de campos con 243 mil hectáreas por un monto de u$s 518 millones. En un segundo escalón aparecen los brasileños con 147 mil hectáreas por u$s 145 millones.

Sin embargo, el grueso de las operaciones de venta de campo se realizó en ese período a través de sociedades anónimas, por lo que DIEA no pudo tener acceso al origen de la nacionalidad de sus propietarios. Bajo ese formato jurídico, entre 2000 y 2012 se adquirieron 3,4 millones de hectáreas por un monto de u$s 4.726 millones. Según explicó a El Observador una fuente oficial, es complejo estimar cuánta área se compró por medio de esas sociedades con capitales argentinos, aunque seguramente "esté por encima del 50%".

El director de Caldeyro Victorica Bienes Raíces, Rodolfo Victorica, comentó que los en últimos días recibieron consultas de clientes y estudios jurídicos uruguayos que trabajan con argentinos para conocer los parámetros de tasación de un campo. El intermediario indicó que estaba ajustando con otro estudio del sector la necesidad de regular una tarifa particular para este nuevo servicio, ya que no se trata de una "tasación exhaustiva" como exige una operación de venta común.

Victoria adelantó que se podría pensar en una cotización de entre u$s 1 y u$s 3 por hectárea, según el tipo de clientes y superficie por la cual se haga la tasación de inmuebles rurales. En la misma línea, Sebastián da Silva, director de Da Silva Agroinmuebles, comentó que recibieron varias consultas de clientes argentinos con campos en Uruguay para sumarse al blanqueo de capitales. De hecho, esta firma tiene previsto realizar una viaje la próxima semana a Buenos Aires para atender las consultas de los propietarios. También planea que un área de su oficina en Uruguay se aboque a partir de finales del año a atender la demanda por el servicio de tasaciones que espera recibir. Respecto a la tarifa, dijo que es improbable aplicar un arancel del 1% sobre el valor total -que es el costo que suele cobrarse para tasar una estancia-, porque la operación no es la venta del inmueble. "Vamos a presentar un producto que sea lógico", explicó.

El giro político-económico y las muestras de cercanía que adoptó el gobierno de Macri con el campo argentino provocaron un "impacto acotado" en la retirada de argentinos con campos en Uruguay, para volver a apostar a su país natal, coincidieron los operadores.

Para el director de Da Silva Agroinmuebles, "no se registró una retirada masiva" de propietarios argentinos en Uruguay. "El argentino está muy adaptado a la realidad uruguaya", aseguró. De todas formas, sí se aprecia que no hay interés por realizar nuevas operaciones de compra. "Seguramente hoy (por los inversores argentinos) estén enfocados en la realidad de su país, ya que potencialmente sus suelos son superiores", apuntó.

Las inmobiliarias de Maldonado y Punta del Este fueron las primeras en advertir el movimiento de los argentinos por blanquear sus activos. El directivo de la Cámara Inmobiliaria de Punta del Este y Maldonado (Adipe-Cidem), Andrés Jafif, había informado a El Observador que desde que comenzó el proceso de blanqueo de capitales, las 160 inmobiliarias afiliadas a la gremial -que la AFIP reconoce como tasador de los inmuebles en Uruguay- registraron "un ritmo interesante" de clientes interesados en adherirse al plan que ofrece el gobierno de Macri.

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