Por si faltaba algo para moderar las expectativas de una sociedad entre enojada y apática, ahí apareció Elisa Carrió. La jefa de la Coalición Cívica improvisó un monólogo que no estaba incluido en el guión de Juntos por el Cambio. Justo cuando la amenaza de Javier Milei empezaba a desdibujarse, JxC exhibió sus cortocircuitos y limitaciones.
La lluvia ácida de la ex diputada chaqueña alimentó especulaciones conspiranoicas para todos los gustos: ¿Mauricio Macri le dio cuerda a Lilita en una reunión previa que mantuvieron? ¿Se trató de una pirueta para blindar a Horacio Rodríguez Larreta y perjudicar a Patricia Bullrich? ¿Ella misma quiere volver al ruedo electoral?La realidad suele ser más caótica y, por lo tanto, decepcionante, analiza Andrés Fidanza, editor de Política de El Cronista.













