La Libertad Avanza ganó la primera batalla política de peso nacional del año, pero más importante aún en su etapa de expansión, derrotó al PRO en su propia cuna política, pintando con un nuevo color violeta a la Ciudad de Buenos Aires. El mapa del territorio porteño vuelve a quedar dividido en dos tonos geográficos casi equivalentes como no sucedía desde 2003, pero ninguno de ellos es amarillo.