Vicentin alerta que dejaría de operar "inmediatamente" si la Justicia no aprueba su concurso
Según la empresa, la actividad hoy está garantizada por el interés de sus tres "socios estratégicos" (Viterra, Bunge y ACA), que quieren entrar al paquete accionario si se aprueba el plan de reestructuración. De lo contrario, dice que la operación se detendría si hay cramdown. Cómo sigue el caso
Vicentin advierte que si la Justicia no aprueba su millonario concurso -el más grande de la historia argentina, con un pasivo superior a u$s 1570 millones-, la cerealera dejaría de operar. Es que, según la empresa, la actividad hoy está garantizada por el interés de tres "socios estratégicos", como llama a quienes quieren entrar al paquete accionario de la compañía si se aprueba el plan de reestructuración: Bunge, Viterra y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA).
De lo contrario, alerta que la operación se detendría "inmediatamente" en caso de que la Justicia rechace la aprobación del concurso y dé lugar al proceso de cramdown. En esa etapa judicial, se abriría el juego a que terceros hagan ofertas para quedarse con la firma y, de esa manera, los tres interesados se bajarían de la compulsa.
Sin novedades sobre cuándo se expedirá la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Reconquista, Vicentin espera que falle a su favor. "Lo que va a resolver de fondo la cuestión es que la Cámara apruebe el concurso. Con esa decisión, se termina de blindar la caja, porque los socios estratégicos se harán cargo del negocio. Hoy, son los que sostienen la operación de las plantas con los contratos de fasón. En cambio, si decreta el cramdown, los fasones se caerán: los socios interesados darían de baja estos acuerdos porque ya no jugarían ese partido", explicó una fuente allegada a Vicentin.
Hasta agosto, la concursada generó ingresos a través del alquiler de las plantas procesadoras de oleaginosas a compañías agroindustriales. Pero a partir de septiembre, por la escasa disponibilidad de materia prima debido a la sequía y la complejidad de su concurso, la actividad con esos players se interrumpió y solo quedaron activos los contratos de los "socios estratégicos".
Como consecuencia de la sequía y la disminución de la molienda y procesamiento de soja, desde agosto, y por primera vez en casi 95 años, Vicentin tiene frenadas dos de sus plantas del sur de Santa Fe. Se trata del complejo de San Lorenzo y el de Ricardone, que procesan soja, el primero, y girasol, el segundo, cercanos al cordón industrial del Gran Rosario.
Eso hace que la caja tenga fondos para pagar sueldos y gastos únicamente hasta febrero, adelantó el último informe de los síndicos del concurso. "Permitiría atender las obligaciones derivadas de la gestión (sueldos, servicios, mantenimiento y fasones, entre otras) hasta febrero de 2024", sostiene el informe entregado a Fabián Lorenzini, juez civil y comercial de la ciudad santafesina de Reconquista.
El documento explica que "las circunstancias productivas de la molienda de granos en general reflejan una notable disminución -efecto sequía, principalmente- de los ingresos futuros, lo que, de mantenerse, afectará la cobertura del pago de salarios y leyes sociales que necesariamente debe ser atendida por la ‘caja' existente y que, en el escenario proyectado, se tornaría la continuación y conservación de la empresa inviable".
El informe también aclara que "existen circunstancias que pueden alterar -favorable o desfavorablemente- la relación de tiempo indicada, como los aumentos de ingresos por celebración de nuevos contratos de fasón, la mejora en los márgenes de producción, el aumento de costos e insumos, el resultado de negociaciones paritarias y el levantamiento de la cautelar despachada en favor del Banco Central, entre otros factores".
En ese contexto, Vicentin espera la resolución de la Cámara luego de que Lorenzini rechazó homologar la propuesta concursal que la ceralera había postulado y logrado la adhesión de la mayoría (tanto en número de acreedores como en la representación del volumen de las deudas). Los tiempos se acortan y a la empresa le queda poco margen. Hasta que el tribunal se expida, Vicentin mantiene la esperanza de homologar el acuerdo de pago que le permita así salir del millonario concurso que enfrenta desde 2020.