'Rotación involuntaria': por la incertidumbre macro, crecieron casi un 90% los despidos en grandes empresas
El número corresponde a los primeros seis meses de 2023, en el que más trabajadores dejaron sus puestos por decisión de las empresas, y no por motu propio. Las perspectivas del mercado laboral para lo que queda de 2023
En un contexto de incertidumbre política y económica en un año electoral, que se profundiza tras el resultado electoral de las PASO, el ajuste ya se siente en las grandes empresas. En el primer semestre del año, crecieron un 88% los despidos, según un informe de la consultora WTW, que sondeó a 444 compañías entre el 26 de julio y el 6 de agosto.
La 'rotación involuntaria', es decir, trabajadores que fueron desvinculados de compañías, pasó de un 18% a un 34% en los primeros seis meses de 2023. Se trata de un movimiento frecuente en contextos como el actual, en el que se fuerza la salida del empleado de la organización, dejando así el puesto de trabajo por decisión de la empresa -que procede a terminar la relación laboral- y no por motu propio.
Los resultados de este estudio están en línea con las previsiones del mercado laboral para lo que resta de 2023. Como publicó El Cronista la semana pasada, algunas empresas que tenían previsto tomar personal en el tercer trimestre frenaron las contrataciones, mientras que otras analizan tomar una decisión similar en este escenario de incertidumbre pos-PASO.
Se trata de compañías que pensaban sumar empleados a sus plantillas, pero que aún no habían lanzado las búsquedas laborales, por lo que no llegaron a colgar los avisos de empleo. Según reconocieron directores de Recursos Humanos de estas organizaciones, esperarán a octubre a que se esclarezca el panorama. En función del resultado electoral y la evolución de las variables económicas -inflación, devaluación y cepo-, decidirán si avanzan con los procesos o los retoman en 2024.
Ofertas laborales: perspectivas de empresas y especialistas en RR.HH para lo que queda de 2023.
Los especialistas en Recursos Humanos pronostican un segundo semestre complejo, en el que las organizaciones adaptarán sus negocios al contexto. Creen que los próximos días son clave y marcarán una tendencia de cómo se perfilarán las últimas semanas de 2023.
En ese sentido, coinciden, la primera variable de ajuste será el nivel de empleo. Si bien la actividad industrial tuvo una desaceleración con una caída del 2,3% anual en junio (último dato oficial disponible), el nivel de ocupación registrado hasta entonces no mostró impacto del enfriamiento. Por lo contrario, el empleo registrado experimentó 34 meses consecutivos de suba.
Sin embargo, los expertos aclaran que buena parte de este aumento corresponde a monotributistas y trabajo considerado 'precario'. Y agregan que si bien hasta ahora las empresas lograron mantener en buena medida los puestos de empleo formales, este contexto de shock obligará a muchas a ajustar.
"Los resultados de los comicios complicaron aún más a las empresas. Ya había una recesión que hizo que sus cajas estuvieran muy controladas. También, hay más problemas para importar insumos esenciales para producir o brindar servicios. La elevada inflación hace muy difícil mantener operaciones estables y lograr precios que generen rentabilidad", analizó Eduardo Suárez Battán, Executive Director de Suárez Battán & Asociados.
Y agregó: "Un producto con un 'Precio Justo' -que una empresa acuerda para tener acceso a insumos importados- puede funcionar por un tiempo y con el compromiso de que el Gobierno cumpla. Pero como el cepo es estricto, se complica la importación y las compañías pierden contra la inflación con precios que no les resulta convenientes. Tampoco ayuda que la demanda caiga por falta de poder adquisitivo de los clientes (empresas y personas)".
"Por lo tanto, deben ajustar por el empleo todo lo que pueden, incluso siendo arriesgado por la industria de los juicios laborales. Así, muchas evitarán tomar empleados. Solo aumentan el trabajo precario o los monotributistas, pero con una actualización salarial menor que en el caso de los que están en puestos formales de empresas. Sera difícil mantener el nivel de trabajadores en relación de dependencia. Hay por delante un difícil panorama y habrá que esperar hasta fin de 2024 para empezar una posible recuperación y generar nuevos empleos", consideró Suárez Battán.
En tanto, Cecilia Giordano, CEO de Mercer en la Argentina, Uruguay y Paraguay, analizó: "Las empresas y los analistas políticos y económicos con los que hablé coinciden en que este no era el panorama que se esperaba. Igualmente, las compañías no pensaban que iban a ser fáciles los meses próximos. Preveían una economía recesiva, teniendo en cuenta las dudas sobre la gobernabilidad de las actuales autoridades y las negociaciones pendientes con el Fondo. Ahora, se suma el sorpresivo shock electoral del triunfo de Milei, que aporta inestabilidad".
Matías Ghidini, CEO y partner de GhidiniRodil, coincidió: "La demanda laboral ya venía barranca abajo, con el freno de mano puesto. Solo unos pocos sectores fueron generadores de puestos de empleo genuinos. La incertidumbre política y económica potencia esta situación, en que las empresas están más prudentes con negocios complejos".