Petróleos Sudamericanos volvió a mover fichas en Mendoza y avanza con su estrategia de expansión en áreas maduras. La compañía adquirió el 30% que Compañía General de Combustibles (CGC) –la petrolera del grupo del empresario Eduardo Eurnekian– tenía en las áreas La Ventana y Río Tunuyán, dos bloques clave del norte de la provincia. Las compañías informaron la operación en un escrito que presentaron a la Comisión Nacional de Valores (CNV).
Esta transacción significa un paso más en el reposicionamiento que Petróleos Sudamericanos viene desplegando en la cuenca cuyana, donde en los últimos meses sumó seis de los bloques de los que se desprendió YPF y trazó un plan de inversión que, según adelantó a la provincia, podría superar los u$s 600 millones en los próximos años. El objetivo es escalar producción, revitalizar campos maduros y consolidarse como un operador relevante más allá de la Cuenca Neuquina.
Los bloques forman parte del clúster Mendoza Norte y se integran a un portafolio en plena expansión. En ambos casos, la participación transferida equivale al 30% de los derechos de concesión y de la operación. Con esta compra, la empresa absorbió la totalidad de la posición que CGC mantenía en la zona.
La decisión de comprar estas áreas se da en un momento en que Petróleos Sudamericanos transita una transición acelerada de su negocio. Es que se trata de yacimientos que, si bien ya pasaron su pico “optimo” de producción, todavía tienen producción de petróleo o gas y son una oportunidad para que lo exploten otras empresas más pequeñas.
Entonces, desde que Petróleos Sudamericanos recibió la adjudicación de los bloques de YPF, entre ellos Vizcacheras, El Manzano y Río Tunuyán Este, la empresa inició un proceso interno de reorganización. Esa etapa incluye la negociación de prórrogas de concesión, ya que varias vencen entre 2026 y 2027, la revisión de contratos laborales y un rediseño de su modelo operativo para adaptarlo a su nueva escala.
Esta transacción, no obstante, generó fuertes tensiones en la industria. Es que el cambio de operador hizo que los sindicatos iniciaran reclamos por despidos en las últimas semanas. La compañía, en tanto, respondió que se trata de medidas propias de la etapa inicial de reordenamiento para poner en valor activos que requieren inversión continua y una gestión más orientada a la eficiencia.
La compra de la participación de CGC por parte de Petróleos Sudamericanos se enmarca en una tendencia de la industria energética que se viene fortaleciendo cada vez más, pero que empezó con YPF, cuando decidió desprenderse de activos convencionales para concentrarse en Vaca Muerta. De esta forma, compañías medianas pueden toman esos bloques con un plan de recuperación más focalizado.
Para CGC, en tanto, la operación responde a una estrategia que también ya venía ejecutando. Su foco principal está puesto en Santa Cruz, donde es uno de los mayores productores de gas. La salida de estos bloques mendocinos forma parte de un proceso de desinversión en activos que no forman parte de su núcleo operativo.
Por su parte, Mendoza también atraviesa un momento de reactivación. Después de varios años con perforación limitada y pozos paralizados, la provincia registró un repunte en equipos activos y una mayor rotación de áreas hacia compañías medianas con más interés en campos maduros. Según el gobierno provincial, este esquema permitió frenar la caída de la producción y estabilizar los volúmenes.
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