

Con base en San Pablo, Brasil, la argentina Carolina Piber está a cargo de la plataforma de reservas online Hoteles.com en toda la región. En plena efervescencia por el Mundial de Fútbol, analizó su impacto en el sector hotelero brasileño.
¿Qué impacto tiene el Mundial de Fútbol en el mercado hotelero de Brasil?
No hay un punto de comparación. Es un país gigante con una base muy grande de fans. No pasó ni en Sudáfrica ni en los Estados Unidos. Por un lado, vimos brasileños que quieren estar fuera de Brasil, un crecimiento atípico porque junio no es la temporada de vacaciones en este país. En cuanto a las tarifas, hay comportamientos absurdos en ciudades que ya tienen problemas, como Rio de Janerio, que trabaja todo el año con 85% de ocupación. Ellos tienen los cuartos llenos siempre. Para el Mundial, hay cuartos que están tres o cuatro veces por encima de una tarifa normal. Pero no se puede tomar como regla. Natal está con una ocupación del 55%. Cerca de Rio está Petrópolis o Nova Friburgo, con otro nivel de estrellas, que también se están viendo beneficiados.
¿El balance para el sector será positivo?
Muy positivo. Brasil ofrece muchas opciones y queda geográficamente muy lejos. Estamos viendo mucha demanda de Estados Unidos, Rusia y Japón. Los que vienen de esos países, no se quedan dos días, como sucede con los argentinos. Tendrá un efecto expansión, se va beneficiar Rio, pero todo lo demás también. Es un evento de proporciones gigantescas y requiere una logística que no sé si hoy Brasil está a la altura.
¿Por falta de inversión?
No, no es falta de inversión. Es falta de logística, preparación y de experiencia. Una cosa es recibir y otra es ofrecer un buen servicio. El Mundial impacta económicamente pero también sirve para aprender como tener una buena industria de turismo. Hay países en la región que están más avanzados que Brasil, como México, que tiene años de entrenamiento porque su principal mercado es Estados Unidos. Brasil tiene ahora esta oportunidad. Y si los extranjeros vuelven a Brasil nos beneficiamos todos, porque esta muy cerca de la Argentina.
¿Cómo está posicionada hoy la Argentina entre los destinos turísticos?
Buenos Aires es estrella. No sólo para el mercado local sino también para mercados importantes como Brasil y Chile. Está creciendo de una manera fantástica como destino. El año pasado no fue tan bueno, pero este año repuntó, con dos dígitos de crecimiento. La ventaja es que es un lugar de negocios, pero también es el punto de inicial para un viaje de placer.
¿Pero sigue cayendo la llegada de extranjeros a la Argentina?
Se recuperó. Hay muchos hoteles creciendo que empiezan a tener tasas de ocupación altas. La Argentina tiene características geográficas únicas, montaña, playa y ciudad. La dificultad es que no tiene el desarrollo que tienen otras regiones en transporte. No hay low cost, cuando en México tenés al menos tres líneas aéreas de bajo costo. Hay pocas opciones y eso frena un poco al turismo internacional, que es clave para el desarrollo de un mercado porque te eleva no sólo las tasas de ocupación sino también el ticket promedio. Vimos una recuperación desde la segunda mitad del año pasado, pero uno de los principales consumidores, Brasil, no volvió con la fuerza que esperábamos. Buenos Aires era considerada la capital del comercio, la ciudad para los first timers, los que viajan por primera vez. En Brasil hay una clase medida emergente que ya puede costear un pasaje de avión y que cuando elige por primera vez un destino internacional la candidata natural es Buenos Aires. Sin embargo, como primer destino ya deja de ser interesante porque hay otros más baratos como Miami.
¿Miami desplazó a Buenos Aires en la preferencia de los brasileños?
Miami internacionalmente está pasando por un momento difícil porque como centro de compras fue desbancado por otros que se empezaron a recuperar como Londres, Dubai y Nueva York. Es cíclico. A Buenos Aires lo desbanca Miami y a Miami lo desbanca Dubai u Oriente. Son dinámicas que vemos, pero no se producen de la noche a la mañana.













