A solo dos meses de tomar el control de la operación de Mercedes-Benz en la Argentina, Prestige Auto definió una hoja de ruta ambiciosa. La compañía liderada por Daniel Herrero proyecta aumentar la producción local de Sprinter, invertir u$s 100 millones en modernizar la planta de Virrey del Pino y ampliar sus exportaciones. Con pedidos ya consolidados desde América latina, ahora busca avanzar sobre dos destinos clave para las exportaciones: los Estados Unidos y África.
"Siempre digo que la pasión vence al miedo, y mi pasión son los autos. En esta etapa pude encontrar la manera de juntar la pasión con la industria y, al mismo tiempo, ayudar a resolver ese problema grave que tiene la Argentina de crecer para incluir", señaló Daniel Herrero, CEO de Prestige Auto.

El ejecutivo asumió en junio el control de la operación de Mercedes Benz en la Argentina y, a menos de 60 días, ya proyecta un plan de expansión con la mirada puesta en mercados como los Estados Unidos y África.
La transacción se dio luego de una reestructuración global en la que Mercedes-Benz, que decidió vender la licencia de producción, distribución y exportación de vans en América latina, además de la distribución de autos importados. Prestige Auto fue la compañía que adquirió la operación y desde junio está al frente de la histórica planta local. "La fábrica argentina fue la primera que Mercedes instaló fuera de Alemania. Tiene mucha historia, por lo cual creo que es una responsabilidad, pero a la vez una oportunidad hacia adelante", remarcó Herrero.
Los planes para Sprinter
El plan contempla la producción de la van Sprinter hasta 2030, cuando se reemplazará por una plataforma electrificada. Para sostener este objetivo, la compañía anunció una inversión inicial de u$s 100 millones. "Queremos eficientizar la planta e incluirle tecnología con el objetivo de bajar costos y ser más competitivos en el exterior. Más allá de los resultados que tuvimos en América latina, ya estamos golpeando la puerta en Alemania para atender otros destinos como Estados Unidos y África. No sé si nos lo van a habilitar, pero lo estamos intentando", adelantó Herrero.
La apuesta se apoya en resultados inmediatos. "Llevamos aproximadamente 60 días y la planta está con la misma gente y el mismo equipamiento, pero, sobre una producción de 62 unidades por día, ya estamos haciendo 66 o 68. Eso nos da más eficiencia y mejores costos", explicó Herrero.
El plan original de Mercedes era fabricar 14.000 unidades de Sprinter este año, pero las proyecciones ya son mayores. "En 2025 vamos a terminar con 16.000 y en 2026 queremos superar las 20.000, de las cuales ya tenemos pedidos de distribuidores de la región por 10.000 unidades", indicó el ejecutivo.
La flexibilidad de producción es otro de los ejes de Prestige Auto. "Nuestra idea es que, una vez que la unidad sale de producción, buscarle el traje a medida a lo que necesita el cliente. Convertirla para que se adapte al negocio para el que lo va a usar: un furgón de carga, chasis, o un proyecto para llevar garrafas. La idea es darle valor agregado y solucionarle el problema al cliente, en cooperación con un carrocero o dentro de la propia planta. Esto vale tanto para el mercado interno como para la exportación", detalló.
Crecimiento
Además, adelantó: "Hoy todo el grupo tiene alrededor de 1800 empleados y el compromiso que asumimos fue no despedir a nadie. Lo hemos cumplido y lo vamos a seguir cumpliendo. Probablemente lo haremos con algunas incorporaciones porque estamos creciendo y haciendo desarrollos nuevos que van a implicar sumar gente."
Además, antes de fin de año la automotriz planea anunciar novedades de modelos producidos en el país y sigue evaluando nuevas oportunidades para ampliar el portfolio local.
La incorporación de nuevas tecnologías también es parte central del plan. "Es como si hubiese caído una lluvia en una carrera y te ponen en la vuelta del puntero. Podemos adaptarlas y ponernos en las mismas condiciones que cualquier productor del mundo. Se puede ser competitivo con las mismas tecnologías", sostuvo Herrero.
En este sentido, destacó el papel de la inteligencia artificial y la robótica en la industria automotriz. "El robot es brillante. No saca trabajo, lo cambia. Queremos poner robots, pero para eso necesitamos técnicos mecatrónicos. Queremos usar inteligencia artificial, pero que haya gente que entienda los datos que nos va a dar. Las nuevas tecnologías permiten competir, no sacan empleo", reflexionó.













