

Con más empresas intentando atraer talento con beneficios, flexibilidad y mejores salarios, los más jóvenes siguen mirando hacia otro lado. Según un informe de Randstad, la generación Z en Argentina permanece en promedio apenas 12 meses en un empleo antes de dar el salto, una rotación que ya supera a la de generaciones anteriores.
La falta de desarrollo profesional aparece como el principal detonante. Apenas un 11% de los centennials se proyecta en el largo plazo dentro de su puesto actual, mientras que uno de cada tres planea cambiar de trabajo en el transcurso del próximo año.
Un promedio de permanencia cada vez más corto
El estudio muestra que la generación Z permanece, en promedio, un año en el mismo empleo, mientras que los millennials llegan a casi dos y los X y baby boomers alcanzan casi tres. Para los jóvenes, la estabilidad laboral dejó de ser un objetivo y hoy priorizan experiencias y desarrollo profesional.
En los primeros cinco años de carrera, los centennials buscan sumar nuevos aprendizajes y proyectarse hacia adelante antes que permanecer demasiado tiempo en un mismo puesto.
Para las empresas, este comportamiento implica mayores costos de selección, capacitación y retención. También las obliga a repensar sus políticas de recursos humanos, ya que los beneficios tradicionales o un salario competitivo no resultan suficientes para fidelizar a una generación que demanda crecimiento y empleos alineados con sus valores.
Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, explicó que los datos muestran que esta mayor rotación plantea desafíos adicionales: "Esta nueva realidad nos interpela a repensar cómo construimos trayectorias profesionales atractivas, con aprendizaje continuo y oportunidades de impacto real que satisfagan los deseos y necesidades de los trabajadores más jóvenes."
Desde enero de 2024, las ofertas de empleo con experiencia de 0 a 2 años se redujeron un 29% a nivel mundial. Esta caída impulsó a muchos jóvenes a tomar más de un trabajo o buscar alternativas que les permitan sumar experiencia y diversificar ingresos.
"La movilidad no se trata solo de un menor nivel de compromiso", agregó Ávila, "sino de una generación que confía en sus habilidades y tiene ambición de futuro. Retener a los jóvenes no significa ofrecer únicamente un salario competitivo, sino crear entornos donde puedan ver su crecimiento, sentirse escuchados y alinear su trabajo con sus valores y propósito personales."
Trabajo y crecimiento
El estudio también revela que solo el 45% de los jóvenes ocupa hoy un puesto tradicional a tiempo completo. De ese grupo, un 31% preferiría tener un segundo empleo, no solo para obtener ingresos adicionales, sino también para adquirir experiencias que potencien su desarrollo profesional.
Más de la mitad de los encuestados (52%) está explorando activamente nuevas oportunidades laborales, mientras que apenas el 11% planea permanecer a largo plazo en su puesto actual. "Los Z ingresaron al mercado laboral en un contexto de grandes cambios e incertidumbre, pero confían en sus capacidades y mantienen una fuerte ambición de futuro", señaló Ávila. "Frente a esta realidad, los empleadores deben trabajar en conjunto con esta generación para definir trayectorias profesionales inspiradoras y entornos más alineados con sus expectativas", sostuvo.













