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El desarrollo de Vaca Muerta sigue siendo una oportunidad estratégica para la Argentina, aunque el sector enfrenta desafíos que limitan su crecimiento. Los principales actores advierten que, para sostener y acelerar el crecimiento, es necesario mejorar el acceso a financiamiento competitivo y reducir los costos operativos en comparación con otros mercados internacionales.

Durante el foro de AmCham Energía, líderes de las principales compañías del sector coincidieron en que la oportunidad está vigente, aunque para aprovecharla se requieren grandes cambios. Pablo Vera Pinto, CFO y cofundador de Vista Energy, señaló: "A pesar de las dificultades macroeconómicas que tuvo Argentina desde el inicio, el capital llegó, tanto de operadores inicialmente como de compañías de servicios". Sin embargo, advirtió que el riesgo país sigue siendo alto y limita el acceso a nuevas fuentes de financiamiento.

En la misma línea, Ricardo Ferreiro, presidente de Tecpetrol, sostuvo que el sector necesita "pegar un salto de escala y también cambiar la velocidad del crecimiento", algo que solo será posible con mayor inversión y eficiencia operativa.

Producir petróleo en Argentina

Uno de los principales obstáculos que enfrenta el sector es la estructura de costos. Desde las compañías advierten que producir en Vaca Muerta puede ser hasta un 30% más caro que en Estados Unidos, debido a diferencias en la dinámica de competencia entre proveedores. Mientras que en el mercado norteamericano las licitaciones frecuentes presionan a la baja los precios, en Argentina predomina un esquema de contratos de largo plazo, orientado a facilitar el acceso a tecnología. Este modelo garantiza continuidad operativa, pero incrementa los costos iniciales y limita la competitividad frente a otros mercados.

Ferreiro sumó otro factor a la brecha: "Los proveedores locales requieren un retorno más alto", lo que encarece aún más los proyectos. Para cerrar esa diferencia, las empresas insisten en la necesidad de ampliar la competencia, acelerar la adopción tecnológica y mejorar las condiciones para el ingreso de nuevos jugadores.

Leve recuperación

El acceso al financiamiento sigue siendo una limitación para el crecimiento del sector. Si bien en los últimos dos años se registró una recuperación, las restricciones aún persisten. Según Pablo Vera Pinto, en 2018 la deuda emitida por el sector corporativo argentino rondaba los u$s 18.000 millones, cayó a u$s 7000 millones en 2023 y actualmente se ubica en torno a los u$s 14.000 millones. Aunque el repunte es significativo, todavía está por debajo de los niveles que se necesitan para sostener proyectos de gran escala.

El desarrollo de la cuenca neuquina exige acceso sostenido a los mercados internacionales de deuda y capital. Sin condiciones macroeconómicas estables y un marco regulatorio previsible, resulta imposible financiar las inversiones necesarias para superar los cuellos de botella en infraestructura y ampliar la capacidad productiva del sector.

Transición energética

La transición hacia fuentes renovables continúa avanzando en Argentina, con inversiones privadas que consolidan nuevos proyectos de generación. Bernardo Andrews, CEO de Genneia, uno de los principales actores del sector, destacó la necesidad de contar con marcos regulatorios estables y articulación público-privada para sostener ese crecimiento.

Durante el panel, valoró la previsibilidad a largo plazo como condición indispensable para viabilizar inversiones de gran escala. No obstante, advirtió sobre una de las principales limitaciones actuales del sistema: la capacidad de transmisión. "El gran problema son las limitaciones de transmisión. Es muy difícil encontrar un nodo que permita despachar toda la energía que requieren proyectos de esta escala", alertó.

El Parque Solar Anchoris, recientemente habilitado para operar, es un ejemplo del avance privado en esta agenda. Con una inversión de u$s 160 millones y 180 MW de capacidad instalada, el proyecto representa un paso concreto en la diversificación de la matriz energética. Sin embargo, desde el sector insisten en que, sin mejoras en la infraestructura de transporte eléctrico, será difícil sostener la expansión.