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"Por producto y población, la Argentina debería ser el segundo mercado aéreo más importante de la región", dijo Roberto Alvo, CEO de Latam Airlines y presidente de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA). Y, a pesar de que destacó las numerosas desregulaciones que se realizaron en materia aeronáutica en los últimos dos años, subrayó que aún queda trabajo para empezar a ver resultados.

"Todas las normativas que se aprobaron son positivas. Sin embargo, se tienen que implementar. Hay muchas aerolíneas interesadas en llegar a la Argentina, pero los procesos de aprobación están estancados. Además, volar allí no es barato. Hay que lograr que sea atractivo y, para eso, necesita de una colaboración activa del Gobierno", sumó Peter Cerdá, CEO de ALTA.

Los ejecutivos brindaron buena parte de la conferencia de prensa al tema argentino. Es que su potencial de crecimiento, los avances que se realizaron en materia regulatoria y la necesidad de que la Argentina sea un hub aéreo importante dentro de la región, lo demandan.

En este sentido, Cerdá llamó al Gobierno a tomar medidas para mejorar la competitividad, conectividad y, consecuentemente, atraer a más turistas. Señaló que, actualmente, llegan a la Argentina alrededor de 2,8 millones de turistas por vía aérea al año y lo comparó con los 77 millones que arriban a España o los 44 millones de viajeros que llegan año tras año a Italia.

"Países como la Argentina y Brasil tendrían que estar creando políticas públicas para que el mercado crezca. Este es un trabajo que incluye al Estado, los aeropuertos y las aerolíneas", dijo Cerdá.

En tanto, Alvo añadió que, según proyecciones de los fabricantes de aviones -Airbus y Boeing-, América latina es el segundo mercado con mayor potencial de crecimiento en el mundo, detrás de Asia. Sin embargo, hoy, la región tiene alrededor de 0,6 viajes por habitante. Este nivel es comparable con los de Europa o Estados Unidos en 1990.

Una de las principales críticas del ejecutivo fue la ausencia de políticas claras que perduren en el tiempo, una cuestión indispensable para la aviación dada la magnitud y longevidad de las inversiones -y decisiones- que se realizan. Resaltó el caso Chile como un ejemplo de crecimiento firme y contó las razones por las que el país vecino "tiene el doble de viajes per cápita versus la región".

"Apertura de los cielos, infraestructura y poca intervención del Estado. La falta de políticas estables es el problema de la mayoría de los países de la región. Es necesario que las decisiones duren entre 30 y 50 años, así los empresarios del sector podemos convertir posibles decisiones en certezas", resumió Alvo.

Las tasas, el gran problema de la competitividad

Las tasas son uno de los costos que pagan las aerolíneas (y, en muchos casos, los pasajeros en el precio del pasaje) por usar la infraestructura aeroportuaria. Esto es, pista, estacionamiento, seguridad, mangas y servicios de embarque, que funcionan como una fuente de ingreso para los aeropuertos y para el Estado, en los casos -como en la Argentina- que hay concesiones o cánones asociados.

Uno de los principales reclamos del sector aéreo en la región fue también el alto costo de las tasas aeroportuarias. "Es una de las principales problemáticas que tiene la región y una de las mayores preocupaciones que frenan la conectividad", resaltó Cerdá y puntualizó que, en la región, estas representan el 44% del boleto, cuando la media global ronda entre el 24% y el 27 por ciento.

En América latina, estos valores suelen ser más elevados que en otros mercados por varias razones. Entre ellas, los esquemas de concesión que obligan a los operadores a recuperar inversiones y abonar cánones al Estado, la falta de competencia entre aeropuertos, la carga impositiva y los costos dolarizados de mantenimiento y equipamiento que, en el caso argentino, se pagan en pesos.

La decisión de reducirlas depende de cada país y, en los casos de aeropuertos concesionados, requiere la intervención de la autoridad aeronáutica y del concesionario. Cerdá destacó a El Salvador y Guatemala como aquellos países que sí "hicieron la tarea en términos impositivos". De esta forma, una baja de tasas permitiría estimular la conectividad, el turismo y el tráfico de pasajeros en toda la región.