Este mayo ha sido el de mayores ventas en la historia, en las 30 subastas del mes en Nueva York,se recaudaron u$s 3000 millones, superando en un 20% lo vendido el año pasado en el mismo mes. Christies tuvo un crecimiento del 30% en sus ventas y en 11 subastas recaudó u$s 1800 millones, continuando con su posición de líder y con el 60% del volumen de ventas. Sothebys vendió en 15 subastas, u$s 1000 millones y representa el 33% del volumen y el resto quedó para Phillips, Doyle y las demás casas de subasta.


El Picasso de los u$s 179 millones parece que va a colección privada de Qatar, ya que al tener desnudos no podrá ser expuesto en Museos de aquellas tierras. Superó el monto pagado en 1990 por el japonés Saito por el Retrato del Dr. Gachet de Van Gogh, que se había vendido en u$s 82,5 millones que representan unos u$s 150 millones deflacionados y también al tríptico de Bacon que se pagara hace dos años u$s 142 millones. El mercado está que arde, hace 5 años se vendieron u$s 1400 millones y ahora, más del doble, y con relación al caótico 2009, se vendió cinco veces más.


Por su parte, la oferta disminuyó ya que el año pasado se ofertaron 28.000 obras y este año fueron 20.000.
El promedio de venta por lote ha sido de u$s 238.000 por obra y el año pasado, u$s 135.000, es decir que este año ha subido el precio más del 75%. Hace cinco años, cada lote eran u$s 75.000, es decir que ahora es tres veces mayor.


Algunos de los que están vendiendo obras son los museos que tienen enormes colecciones y que saben que nunca podrán mostrar todo lo que atesoran.


El MOMA de Nueva York tiene 1221 obras de Pablo Picasso, pero sólo 24 en exposición (2%). Tiene 156 obras de Joan Miró, pero sólo expone 9 (el 6%). El Guggenheim, con suerte, muestra el 3% de lo que atesora y el Metropolitan, aún menos.

Fenómeno mundial

Es un fenómeno mundial, que las colecciones sean poco conocidas y el visitar los depósitos de los museos es más atractivo que ver la colección permanente. Es una pena que los directivos no dispongan de una o varias salas para mostrar su patrimonio y rotar las obras que hace décadas no podemos ver, bastaría con agruparlas por tema, escuelas u otros criterios y hacer exposiciones temporarias de corta duración. Actualmente, en el MOMA, podemos disfrutar de La Piscina obra realizada por Henri Matisse en 1952, una gran instalación que el genial francés realizó para su comedor en Niza, el Museo la compró en 1975 y durante décadas no se mostró, la restauraron y ahora por unos días la podemos ver y volverá a ser guardada por décadas.


El otro día tuve una gran experiencia navegando la estupenda página de nuestro querido Museo Nacional de Bellas Artes (www.mnba.gob.ar), donde se reproducen 2145 obras de su patrimonio que supera las 12.000 obras, de las cuales 505 se encuentran en exposición (un 4,2%).


Podemos disfrutar en la página de 1233 pinturas y 206 esculturas, de 863 diferentes artistas y encontrarnos, por ejemplo, con dos joyas donadas por la Fundación Di Tella, como el Mark Rothko de 1957 Rojo claro sobre rojo oscuro, obra de 208 x 109 cm, y un Jackson Pollock de 1947 titulado Estrella fugaz de 99 x 61 cm que cualquier museo del mundo quisiera tener para ser expuestos en forma permanente.


Ante la inauguración del Centro Cultural en el maravilloso edificio del Correo Central que creó el francés Norbert Maillart en 1928, y sus amplios espacios de 10.000 metros cuadrados, vemos que ahora sí podremos disfrutar de algunas de las miles de obras que se encuentran en depósitos del edificio de la Av. del Libertador y ante la variedad y cantidad de obras no será necesario adquirir nuevas obras y sí poder disfrutar de estas maravillas de las que nos enorgullecemos de tener en nuestro Patrimonio Nacional e incluso servirá para cumplir con algunos cargos de donaciones como en el caso de la Colección regalada por Cesáreo Bernaldo de Quirós a todos los argentinos.