

Luis Caputo abrió el Encuentro de Líderes que organizó El Cronista junto a revista Apertura la semana pasada en La Rural y detalló los pilares de las reformas laboral y tributaria que impulsará el Gobierno el año próximo. Dijo que serán medidas “de mucho impacto” y que buscarán formalizar una economía donde la informalidad ronda el 42 por ciento.
Frente a una audiencia de más de 60 CEO de diversas industrias, el funcionario aseguró que el equipo económico trabajó “muy fuerte” en ambas iniciativas y marcó dos objetivos centrales. El primero de ellos, “sumar más recaudación sin subir impuestos” y, el segundo, “mejorar las condiciones para que las empresas contraten trabajadores con menor riesgo”.
Según el ministro, el nuevo esquema tributario buscará bajar la carga impositiva a partir de un crecimiento más acelerado de la economía. “La gran mayoría del ajuste ya se hizo. Ahora necesitamos que la economía crezca y se formalice”, afirmó el número uno del Palacio de Hacienda.
Además, remarcó que el país arrastra un costo argentino compuesto por impuestos distorsivos, regulaciones, tasas de interés altas e inflación. En este sentido, dijo que la reforma laboral apunta a dar más flexibilidad, sobre todo a las pymes, que hoy enfrentan costos elevados y el riesgo de juicios laborales, que, en algunos casos, pueden llevarlas a la quiebra. “Es caro contratar y despedir a alguien. A una pyme le puede costar hasta su cierre”, señaló.
Más crecimiento
Caputo insistió en que los cambios no afectarán derechos adquiridos y sostuvo que serán bien recibidos por el sector privado. También anticipó que el Gobierno espera un crecimiento mayor al previsto por el mercado para 2026.
El ministro sumó otro argumento para su optimismo. Se refirió al clima político y social posterior a las elecciones: “Hoy a lo económico se le agrega un apoyo en lo social, una reafirmación que es muy fuerte y genera una mayor gobernabilidad”, dijo.
En ese sentido, Caputo enumeró cuatro pilares: “Orden macroeconómico, apoyo social, primera minoría en Diputados y un respaldo geopolítico encabezado por los Estados Unidos e Israel como principales aliados estratégicos”.
Aseguró que esta nueva alineación permite proyectar un año con mejores condiciones para invertir y producir. “No solo es lo económico. Es lo social, es lo político y es lo geopolítico”, resumió.
Acumulación de reservas
Caputo también defendió la estrategia de acumulación de reservas. Respondió críticas y afirmó que el Gobierno es “el equipo económico que más reservas compró en la historia”. Explicó que la dificultad para sumar dólares respondió a la herencia de deudas impagas con importadores, el mercado y organismos multilaterales. “En los últimos meses sólo hemos honrado deudas”, dijo.
Además, sostuvo que cualquier país normal refinancia intereses y capital, y que exigir superávit fiscal para cubrir ambos componentes “es un poco mucho”. Aseguró que el acceso a los mercados será clave para acelerar la acumulación. “Después de las elecciones estamos más cerca. Va a ser más sencillo comprar y poder acumular reservas”, planteó.
Asimsimo, Caputo explicó que la intención es sumar dólares en línea con la demanda de pesos, sin volver al esquema de Lebac o Leliq. Recordó que el déficit cuasifiscal era de diez puntos del PBI y que fue eliminado el año pasado.
Por último, Caputo reveló que, manteniendo constante la base monetaria en relación con el PBI, el Gobierno podría comprar unos u$s 7000 millones sin esterilización. Y que, con una recuperación moderada de la demanda de dinero, ese número podría multiplicarse. “Si la demanda se recuperara dos puntos del producto, podríamos comprar algo así como u$s 20.000”, proyectó.










