

Buenos Aires ascendió un puesto en la lista de ciudades más caras del mundo, un ranking elaborado por la consultora global Mercer que mide el costo de vida para ejecutivos en más de 200 urbes de todo el mundo. La capital argentina figura en el número 40 el año pasado estaba en el 41 directamente debajo de Washington y encima de Miami. Es la segunda ciudad más cara de América Latina, detrás de la brasileña San Pablo.
"Buenos Aires se mantiene en un puesto similar a marzo del año pasado. Cuando observás los distintos componentes que se miden, hay variaciones más o menos pequeñas, pero lo que tuvo más impacto fueron los cambios de tarifas y servicios públicos. El resto de las variables relevadas se mantuvieron relativamente constantes", explicó Valeria Bohórquez, líder de Career en Mercer Argentina. "Pero la inflación no es la única variable. Como el ranking lleva las monedas al valor del dólar, no mide sólo la variación de los precios absolutos sino también el tipo de cambio y cómo se mueven las demás ciudades. En el caso de Buenos Aires, las dos variables, inflación y tipo de cambio, se movieron relativamente parejas", agregó.
En el puesto 27, San Pablo resultó la ciudad más cara de América Latina, seguida por Buenos Aires. Por debajo se ubicaron Río de Janeiro (56), Montevideo (65) y Santiago (67), que completaron el top cinco. Descendiendo del puesto 94, San José, en Costa Rica, pasó al puesto 110 y experimentó la mayor caída en la región, debido al fortalecimiento del dólar estadounidense respecto a la moneda costarricense. Mientras que Caracas, en Venezuela, fue excluida del ranking debido a la compleja situación de su moneda, ya que según el tipo de cambio elegido, su posición en el ranking variaba considerablemente.
"Lo que se mide es la canasta para un ejecutivo expatriado. Puede incluir desde las compras en el supermercado, comer en un restaurante, transporte, esparcimiento y servicios. Todo lo que puede gastar un ejecutivo más allá del alquiler y del colegio, que no está incluido en este índice. En términos relativos, Buenos Aires tenía tarifas y transportes más baratos, todo lo que estaba subsidiado. Y siempre fue más caro en ropa y comidas", detalló Bohórquez. Para la directiva local, las expatriaciones siguen sucediendo porque son corrientes globales, pero el puesto de Buenos Aires entre las más caras no es positivo para los movimientos de ejecutivos extranjeros. "Traer un expatriado acá tiene un costo mayor que llevarlo a otro lugar; perdemos competitividad respecto a otros países", advirtió.
La encuesta de Mercer está destinada a compañías multinacionales y a gobiernos que tienen que definir las estrategias de compensación para sus empleados. Se toma Nueva York como ciudad de referencia para todas las comparaciones y los movimientos de divisas se miden respecto al dólar. El estudio analizó 209 ciudades y midió el costo comparativo de más de 200 rubros, entre ellos, transporte, comida, ropa, artículos para el hogar y entretenimiento.
"Sorprendentemente en los resultados del Ranking 2017 frente a años anteriores, encontramos movimientos muy drásticos en los países que han experimentado apreciación de moneda superiores al 10%, como es el caso de San Pablo, Brasil, que ascendió 101 puestos quedando como la ciudad más costosa de Latinoamérica, en el puesto número 27, asimismo Río de Janeiro y Montevideo, quedando en los puestos 56 y 65 respectivamente. Esto se explica por la conjunción de dos factores de impacto directo en los índices de precio, como son la inflación y apreciación de moneda", destacó el informe. .













