Autos: 2023 con la mejor producción de los últimos nueve años e incertidumbre sobre 2024
Las automotrices cerraron 2023 con una producción de 610.000 unidades, su mejor marca desde 2014, informó Adefa. Pero el objetivo para 2024 será mantener ese volumen. Las mayores exportaciones por el crecimiento del mercado brasileño contrastará con la caída de las ventas domésticas, donde, por el cepo, los coches de producción nacional habían alcanzado la participación más alta desde 1995. Dudas sobre retenciones, impuestos internos y la deuda comercial, que ronda los u$s 7000 millones
Con una producción de 610.715 autos y vehículos utilitarios, la industria automotriz creció 13,7% en 2023, informó la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa).
De esta forma, el sector cerró el mejor de los últimos nueve años, apenas por debajo de las 617.329 unidades fabricadas en 2014. El objetivo para 2024 es, por lo menos, mantener esos volúmenes. Será un desafío. Si bien se planea un incremento de exportaciones, la industria automotriz sentirá el impacto de la caída -por ahora, de al menos, un 20%- que se espera del mercado interno, donde, por el cepo, los vehículos de producción nacional alcanzaron una participación del 67%, la más alta desde 1995.
"Aguardamos al desarrollo del primer trimestre para hablar de las proyecciones, dado que existen varios temas pendientes en la agenda que son estratégicos y tienen incidencia directa con la operatoria y el modelo de negocios del sector", declaró Martín Zuppi, presidente de Adefa.
El ejecutivo, CEO de Fiat, Jeep y RAM en Stellantis, mencionó la deuda comercial acumulada por la imposibilidad de pagarles a los proveedores del exterior -se calculan u$s 7000 millones entre terminales y autopartistas-, los impuestos internos -que, tras el salto del dólar oficial de $ 375 a más de $ 800, afectaría a todos los modelos que se venden en el mercado local- y las retenciones a las exportaciones (en los últimos dos años, el sector tuvo arancel cero sobre las exportaciones incrementales; el DNU que firmó Javier Milei no sólo eliminó exenciones, sino que las subió de 4,5% al 15%). Adefa negocia con el Gobierno por esos tres puntos.
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"Nuestro sector tiene capacidad para producir 1,3 millones de unidades anuales, ejecutó inversiones por más de u$s 6500 millones entre 2017 y 2023 en el desarrollo de nuevos productos globales y en la incorporación de nuevas tecnologías en las plantas, generando empleo calificado con efecto multiplicador. Además, somos el primer complejo industrial exportador al mundo, con más de u$s 9000 millones por año. Con todo ese potencial, esperamos que los resultados de 2023 se posicionen como un piso para nuestra industria", enfatizó Zuppi, que asumió su mandato en noviembre.
También reconoció que el volumen alcanzado fue menor al previsto a inicio de año, de 650.000 unidades. En 2023, las terminales tuvieron que suspender momentáneamente sus líneas de producción por la falta de insumos. En especial, en el último trimestre, a medida que avanzó el ciclo electoral y se aceleraron la inflación y la falta de dólares.
En diciembre, de hecho, se produjeron 36.973 vehículos, 34,6% menos que en noviembre -una caída estacional- pero 0,4% por debajo de las 37.119 unidades de diciembre de 2022. Fue la segunda vez en la que la producción resultó menor a la de igual mes del año previo. La anterior fue octubre: 52.415 unidades, una merma del 0,9 por ciento.
Por su parte, las exportaciones del mes ascendieron a 21.810 unidades, una baja del 28,2% contra noviembre y del 3,5% en términos interanuales. En consecuencia, la industria automotriz acumuló en 2023 un total de 325.894 vehículos despachados al exterior, un crecimiento del 1,1% contra 2022.
En este sentido, fue vital la evolución del mercado brasileño. Ese país compró 207.744 vehículos fabricados en la Argentina, el 63,7% de las exportaciones del sector. El año pasado, el mercado brasileño creció 9,7%, a 2,3 millones de unidades, informó Fenabrave, la cámara de concesionarios de ese país. Para 2024, la entidad proyecta un incremento del 12 por ciento.
Esa auspiciosa perspectiva exportadora contrasta con el nuboso horizonte doméstico. Durante los cuatro años del gobierno de Alberto Fernández, por el cepo, los autos de producción nacional ganaron participación en el mercado local, en desmedro de los coches importados. Entre estos, los modelos chicos, de entrada de gama, fabricados en Brasil. Esa restricción de oferta tocó punto máximo en los últimos dos años porque, por el refuerzo del cepo, las automotrices dejaron de importar vehículos terminados y, en cambio, priorizaron el uso de sus dólares en insumos para producir y exportar.
Eso, además, estimuló el abastecimiento del mercado doméstico con productos locales. El año pasado, las terminales les vendieron a las concesionarias un total de 273.665 vehículos de fabricación nacional, un crecimiento del 28,6%. El mercado mayorista, en tanto, avanzó 8,2%, a 406.940 unidades. Así, obtuvieron un share del 68%, algo que no se registraba desde hace casi tres décadas y la proporción inversa a la que el mercado había tenido entre importados y nacionales hasta 2019.
"Si bien los datos se ubicaron por debajo de las proyecciones del inicio del año, los volúmenes de las principales variables registraron una mejora interanual y ello fue, sin dudas, producto del compromiso y arduo trabajo conjunto que asumimos con la cadena de valor para que nuestra actividad no se vea más afectada por el desafiante contexto local que atravesó el sector durante el año", dijo Zuppi.
Algunas automotrices pronostican, para 2024, un mercado interno de 360.000 unidades. Acara, la asociación de concesionarios, recalibró su proyección, a 340.000 patentamientos, con la reserva de hacer otro "recalculando" a la baja.
En los últimos años, las ventas de autos tuvieron como incentivo la brecha cambiaria, ya que los 0 km cotizan al dólar oficial. En tal sentido, el sinceramiento del Gobierno de Javier Milei sobre el valor de la divisa estadounidense en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) tendrá impacto, aunque las automotrices aún no ajustaron sus listas de precios, a la espera de novedades en el impuesto interno (el Gobierno, en principio, lo modificará). Otra incógnita en esa ecuación es qué ocurrirá en un contexto de freno en el consumo: si, con una inflación del 30% mensual -como se proyecta para diciembre y, según algunos, también para enero y febrero-, la demanda de coches desacelerará por el menor poder adquisitivo o, por el contrario, funcionará como anabólico para la compra de bienes durables.
En tal sentido, cuántos autos se vendan en enero -estacionalmente, el mes más fuerte del año- será un dato clave.
Por lo pronto, el mercado doméstico cerró 2023 con desaceleración. Las automotrices comercializaron a sus redes 25.072 unidades en diciembre, un 15,6% menos que en noviembre y un recorte del 25,2% contra las entregas del último mes de 2022. Segunda caída consecutiva, luego de la baja del 15,6% que se había registrado en noviembre. Fueron los únicos dos retrocesos que la las ventas mayoristas registraron durante el año pasado.
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