Las personas que viven hundidas en deudas revelan esto sobre su personalidad, según la psicología
Desde una perspectiva psicológica, el endeudamiento está influenciado por factores emocionales y cognitivos. Conoce los diferentes tipos de deudores.
Más allá de las dificultades económicas, la psicología sugiere que el comportamiento frente a las deudas podría estar vinculado a rasgos de la personalidad. Según diversos estudios, las decisiones relacionadas con el manejo del dinero pueden estar influenciadas por patrones emocionales y de comportamiento.
La impulsividad, la baja tolerancia a la frustración o la búsqueda constante de gratificación inmediata, podrían aumentar la probabilidad de endeudarse de manera crónica.
Asimismo, los niveles de ansiedad y el estrés también juegan un rol clave en el ciclo de la deuda, ya que muchas personas recurren al consumo como una vía para calmar tensiones emocionales, lo que perpetúa el problema financiero.
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¿Cómo es la personalidad de las personas que viven endeudadas, según la psicología?
Un informe de la consultora Nuxiba, publicado en 2023, señala que existen distintos perfiles de personas endeudadas:
Deudor evasivo:
Tiende a ignorar o posponer el enfrentamiento de su situación financiera, lo que provoca que el problema se agrave con el tiempo.
Deudor ansioso:
Es consciente de su estado financiero, pero se siente abrumado por el miedo y la incertidumbre, lo que le impide actuar para solucionar el problema de manera efectiva.
Por otro lado, la investigación "Endeudamiento y salud: dos conceptos relacionados en el desarrollo del pensamiento socioeconómico", elaborada por Rosalía de la Vega Guzmán y Rocío Zariñana Herrejón de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, señala otros factores vinculados al endeudamiento:
Gratificación inmediata:
Muchas personas priorizan la satisfacción a corto plazo, como las compras impulsivas, sin considerar las consecuencias económicas a largo plazo, lo que refleja una tendencia hacia la impulsividad y la falta de autocontrol.
Estrés y ansiedad:
El estrés emocional lleva a algunas personas a realizar compras para calmar la tensión. Además, el miedo a no poder pagar las deudas genera una sensación de bloqueo que dificulta tomar decisiones financieras acertadas.
¿Cómo salir de las deudas y recuperar el equilibrio emocional?
Salir de las deudas puede parecer una tarea abrumadora, pero con una planificación adecuada y estrategias efectivas, es posible recuperar la estabilidad financiera.
1. Hacer un diagnóstico de la situación financiera
Es fundamental elaborar una lista detallada de todas las deudas, incluyendo el monto total, la tasa de interés, las fechas de vencimiento y los pagos mínimos. Esta evaluación permitirá establecer prioridades y determinar qué deudas requieren una atención inmediata para evitar penalidades o intereses adicionales.
2. Crear un presupuesto realista
Una vez identificadas las deudas, es necesario crear un presupuesto mensual que refleje los ingresos y gastos reales. El presupuesto debe contemplar las necesidades básicas (alimentación, vivienda, transporte) y destinar una parte específica para el pago de las deudas.
3. Aplicar el método de la bola de nieve o avalancha
Existen dos estrategias populares para pagar deudas:
- Método de la bola de nieve: consiste en pagar primero las deudas más pequeñas, mientras se realizan los pagos mínimos en las demás.
- Método de la avalancha: se enfoca en pagar primero las deudas con la tasa de interés más alta, lo que reduce el costo total de la deuda a largo plazo.
4. Consolidar las deudas
Si una persona tiene múltiples deudas con intereses elevados, una alternativa viable es la consolidación. Esto implica unificar todas las deudas en un solo crédito con una tasa de interés más baja, lo que simplifica la gestión de pagos y puede reducir el monto total de los intereses a largo plazo.
5. Evitar nuevas deudas
Es clave frenar el ciclo de endeudamiento mientras se trabaja en el pago de las deudas existentes. Para ello, es importante establecer límites en el uso de tarjetas de crédito, evitar compras a plazos innecesarias y fomentar el ahorro como una herramienta para cubrir emergencias y gastos imprevistos.