La ciencia encuentra un método infalible para adelgazar en las neuronas
El descubrimiento de dos tipos de neuronas que regulan el apetito podría abrir nuevas perspectivas para el desarrollo de tratamientos contra la obesidad.
Un artículo publicado en Nature reveló el papel clave de dos tipos de neuronas en el control del apetito. Según los científicos, este descubrimiento podría ayudarnos a planificar nuevos métodos para bajar de peso.
La satisfacción que sentimos al comer no solo depende del sabor de la comida. En nuestro cerebro, específicamente en el núcleo caudal del tracto solitario (NTS), un conjunto de interacciones neuronales estructura el consumo de alimentos.
En este proceso, dos tipos de neuronas desempeñan un papel fundamental: las neuronas PRLH y las neuronas GCG. Las primeras promueven el apetito, mientras las segundas lo inhiben.
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Descubrimiento clave en el control del apetito
Un grupo de científicos de la Universidad de California en San Francisco empleó una nueva técnica para examinar la actividad de las neuronas PRLH en ratones que estaban conscientes.
Los investigadores insertaron un dispositivo de detección de luz en el cerebro de ratones modificados genéticamente, de manera que las neuronas PRLH emitieran una señal fluorescente al activarse. Esto permitió a los expertos observar en tiempo real la actividad de las neuronas PRLH durante el acto de comer en los ratones.
Los resultados indicaron que las neuronas PRLH se activan en respuesta a la presencia de alimentos en el estómago e intestino. Esta activación impulsa el consumo de calorías, aumentando la sensación de hambre y la motivación para comer.
Cuando los ratones están saciados, las neuronas PRLH se desactivan. Las neuronas GCG, por otro lado, permanecen activas para mantener la sensación de saciedad.
¿Por qué es importante este descubrimiento?
Entender el funcionamiento cerebral en relación con la alimentación es fundamental para avanzar en el desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos para problemas de salud como la obesidad.
El informe publicado en Nature no solo proporciona una comprensión más precisa sobre el funcionamiento de nuestras neuronas, sino que también abre oportunidades para explorar nuevos métodos.
Los hallazgos indican que fármacos o terapias que modulen o regulen la actividad de las neuronas PRLH podrían ser prometedores para tratar ciertos trastornos alimentarios.
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