Estas monedas de oro fueron fabricadas en México y pueden valer hasta 1,000,000 de pesos: descúbrelas aquí
Estas monedas de oro se utilizaban principalmente para grandes transacciones y como reserva de valor.
En los pasillos de la historia mexicana, se esconde un tesoro casi desconocido: las monedas de oro fabricadas en México en el siglo XVIII. Estas reliquias numismáticas, testigo del esplendor colonial, hoy pueden alcanzar valores de hasta 1,000,000 de pesos en el mercado de coleccionistas.
Fabricadas entre 1732 y 1759 en la primera Casa de Moneda del continente americano, estas monedas eran conocidas como "peluconas" debido a las grandes pelucas de los monarcas que podían apreciarse en sus diseños.
En ellas se destacaron las efigies de los reyes Felipe V, Fernando VI y ocasionalmente Carlos III, luciendo sus características pelucas que les dieron su popular apodo.
Más allá de financiar el imperio español, estas monedas dejaron una huella indeleble en la cultura mexicana, entrelazando arte, poder y riqueza.
¿Cómo son las monedas de oro que se fabricaban antiguamente en México?
En la época colonial, México fue cuna de impresionantes piezas numismáticas que hoy son codiciadas por coleccionistas de todo el mundo.
Entre estas joyas de la numismática destacan las famosas "peluconas", monedas de oro que reflejaban no solo el poderío económico de la Nueva España, sino también las tendencias artísticas europeas de su tiempo.
Estas monedas se distinguían por su diseño influenciado por la corriente francesa, símbolo del absolutismo reinante. A diferencia de sus predecesoras, las peluconas exhibían en su anverso los rostros de los monarcas, relegando los tradicionales escudos al reverso de la pieza.
Las características más notables de estas monedas incluían:
Retratos realistas de los reyes borbones españoles.
Diseño inspirado en la moda numismática francesa.
Acuñación durante los reinados de Felipe V, Fernando VI y Carlos III.
Alta calidad de grabado y acabado.
La producción de estas monedas demostró la destreza de los artesanos mexicanos, y también consolidó la posición de la Nueva España como un centro de innovación monetaria en el mundo colonial.
¿Para qué se utilizaban las monedas de oro en México?
En el México colonial, las monedas de oro jugaban un papel crucial en la economía y la sociedad. Estas piezas no eran simplemente medios de intercambio; representaban poder, prestigio y una forma tangible de preservar la riqueza.
Las denominaciones más comunes, como los escudos y los doblones, se empleaban principalmente en transacciones de gran envergadura. Su alta pureza y considerable valor las convertían en el medio predilecto para cerrar negocios importantes o como reserva de capital.
La reputación de estas monedas trascendió las fronteras del virreinato, circulando ampliamente en otras regiones debido a la confianza que inspiraban.
Tras la independencia de México en 1821, la producción de monedas de oro continuó, aunque con diseños que reflejaban la nueva identidad nacional.
Sin embargo, las peluconas originales de la época colonial mantienen un lugar especial en el corazón de coleccionistas y expertos en numismática, quienes valoran su belleza y su significado histórico y cultural.
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¿Cuáles son los factores que pueden influir en el valor de estas monedas de oro?
El valor de estas piezas coloniales puede fluctuar enormemente, llegando en casos excepcionales a superar el millón de pesos mexicanos.
Sin embargo, determinar el precio exacto de una de estas monedas no es tarea sencilla, ya que depende de una serie de variables que los expertos en numismática analizan minuciosamente.
Entre los factores clave que determinan el valor se encuentran:
Su estado de conservación.
La escasez de la pieza.
El año en que fue acuñada.
Para aquellos afortunados que posean una de estas reliquias históricas, es fundamental buscar la asesoría de un experto en numismática o acudir a una casa de subastas reconocida para obtener una valoración precisa.
Cada pelucona es un testigo tangible de una época crucial en la formación de la identidad mexicana, lo que las convierte en verdaderos tesoros tanto para coleccionistas como para estudiosos de la historia económica del país.