Leyenda

Lo que nadie sabe sobre Guanajuato: allí se encuentra la verdadera tumba de La Llorona

El relato sobre la mujer que mató a sus hijos y que ahora recorre la penumbra tiene diversas versiones y hay quienes aseguran que su tumba se encuentra en el municipio de Dolores Hidalgo.

La historia de La Llorona es una de las más conocidas de la cultura mexicana. El terrible relato sobre una mujer que mató a sus hijos y que ahora recorre las penumbras tiene muchas versiones, y hay quienes la ubican en el municipio de Dolores Hidalgo, en el pueblo de Guanajuato.

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Cualquiera que escuche el relato de La Llorona sufre de inmediato un escalofrío por su cuerpo. Más allá de todas las leyendas que giran sobre este personaje mítico, la verdad es que su tumba se encontraría en este pueblo.

La historia de La Llorona en Guanajuato

Vecinos del lugar aseguran que La Llorona los atormentó durante años. Según cuentan los pobladores, el alma de la mujer se aparecía por las noches y cuando los campesinos advertían a sus amigos o familiares sobre el avistamiento, estos desaparecían o morían.

La leyenda de La Llorona es de las más populares en México. Fuente: archivo

A causa de esto, el pueblo entero creía que las muertes estaban vinculadas al fantasmal espectro. Hasta dicen que personas del Vaticano se acercaron al municipio para realizar exorcismos.

La verdadera tumba de La Llorona está en Guanajuato

Se cree que esta serie de acontecimientos sobrenaturales están vinculados a que la verdadera tumba de La Llorona se encuentra en Guanajuato. Allí descansarían sus restos, por lo que el alma en pena de la mujer recorre sus calles en búsqueda de consuelo.

Los restos de la mujer estarían en la Hacienda Siete Reales, a un costado de la carretera que va de Guanajuato a Dolores Hidalgo. Allí el dueño del lugar colocó una cruz en su tumba.

La tumba de La Llorona en Guanajuato. Fuente: archivo

La cripta se dañó posteriormente durante una tormenta cuando un rayo partió la cruz que tenía encima. Si bien se colocó una placa con fecha de septiembre de 1923, la gente del pueblo asegura que sus lamentos se escuchan desde 1850.

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