La Tierra no funciona como creíamos: este es el mecanismo oculto que desafía todas las teorías
Este hallazgo representa un verdadero cambio de paradigma en la geología. Conoce de qué se trata.
El manto terrestre es una de las capas internas de la Tierra, situada entre la corteza y el núcleo. Con un grosor aproximado de 2900 kilómetros, es la capa más extensa de nuestro planeta.
En los últimos años, los científicos avanzaron en la comprensión del funcionamiento de los puntos calientes. Sin embargo, un nuevo artículo publicado en Nature Geoscience reveló que estos son químicamente más homogéneos de lo que se creía anteriormente.
De esta manera, los expertos concluyeron que toda lava procede de un depósito uniforme ubicado en el manto terrestre.
"En cierto modo, las lavas de la Tierra se parecen mucho a la propia humanidad: una población maravillosamente diversa con un antepasado común, que se desarrolló de forma diferente allá donde fue", explicó Matthijs Smit, profesor asociado de la Universidad de Columbia Británica.
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El descubrimiento que cambia la historia geológica
Los científicos encontraron que todas las lavas encontradas en los puntos calientes del manto terrestre están relacionadas entre sí por una misma composición química inicial.
De esta manera, descubrieron que dan resultados químicos distintos después de que los magmas interactúan con diferentes tipos de rocas a medida que ascienden.
A partir de este hallazgo será más fácil comprender cómo se formó nuestro planeta y cómo evolucionó a través del tiempo.
"El descubrimiento cambia las reglas del juego en lo que respecta a los modelos de evolución química de la Tierra y a la forma de considerar los ciclos globales de los elementos", concluyó Smit.
Cómo se produce la lava en el manto terrestre
La lava tiene su origen en las profundidades de nuestro planeta, específicamente en el manto terrestre.
El manto terrestre es la capa que se encuentra entre la corteza y el núcleo, compuesta principalmente de rocas de silicato.
A grandes profundidades, las altas temperaturas y presiones hacen que estas rocas se fundan parcialmente, formando magma.
El proceso de transformación del magma en lava se da de la siguiente manera:
Calentamiento. El calor interno de la Tierra, proveniente de la desintegración de elementos radiactivos y del calor residual de su formación, eleva la temperatura en el manto.
Disminución de presión. Cuando el magma encuentra fracturas o zonas débiles en la corteza terrestre, la presión disminuye.
Aumento de los gases. El magma contiene gases disueltos, como vapor de agua y dióxido de carbono. A medida que asciende, estos gases se expanden, aumentando la presión interna del magma y facilitando su ascenso.
Erupción volcánica. Cuando el magma alcanza la superficie, se libera a la atmósfera y se convierte en lava. La lava puede fluir lentamente o ser expulsada violentamente, dependiendo de su composición y la cantidad de gases que contiene.