La ciencia desmintió la meritocracia: el éxito no solo depende del esfuerzo
Diversos estudios determinaron que el éxito está influenciado por factores que están fuera de nuestro control.
Desde que nacemos, nos inculcan la idea de que el éxito es resultado del esfuerzo individual. Esta visión sostiene que cualquier persona puede alcanzar sus metas si trabaja duro, independientemente de su origen social o económico.
Sin embargo, la ciencia demostró que la meritocracia es una falacia. Diversos estudios determinaron que el éxito está influenciado por factores que están fuera de nuestro control.
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La meritocracia es un mito
Un equipo interdisciplinario, conformado por científicos de todo el mundo, analizó la distribución de la inteligencia en decenas de países. Tras décadas de investigación, descubrieron que esta sigue una distribución normal, conocida como "campana de Gauss".
El 68,23% de las personas tiene una inteligencia normal, con un coeficiente intelectual (CI) entre 85 y 115. E 13, 6% es muy inteligente, con un CI entre 115 y 130. Solo el 2,28% tiene una inteligencia extraordinaria, con un CI superior a 130. En el otro extremo de la curva, el 13,6% tiene una inteligencia baja, mientras el 2,28 tiene una discapacidad intelectual.
De forma similar, determinaron que el grado de esfuerzo que una persona ejerce en su trabajo también sigue una distribución normal.
De esta manera, si la riqueza de las personas dependiese únicamente estos dos factores, también seguiría una distribución línea, pero no sucede de esa forma.
El éxito, más allá del esfuerzo y el talento
El azar es un factor clave en el éxito, según el matemático francés Siméon Denis Poisson.
En su obra Investigación sobre la probabilidad de los juicios en materias criminales y civiles, publicada en 1837, demostró que los sucesos raros, como ganar la lotería o hacerse rico, siguen una distribución que se caracteriza por una gran concentración de sucesos en un valor medio, pero con subida repentina que se extiende hacia valores muy altos.
Si el éxito se basara únicamente en el talento y el esfuerzo, la distribución de la riqueza sería más uniforme. Sin embargo, el azar juega un papel importante, ya que determina quién tiene la oportunidad de aprovechar las oportunidades que se le presentan.
Una ecuación con muchas variables
La suerte y el azar son factores fundamentales en el éxito, pero no son los únicos. Otros factores, como el origen socioeconómico, nivel de educación y entorno social, también juegan un papel importante.
Cientos de estudios demostraron que los niños de familias de ingresos bajos tienen menos probabilidad de tener éxito que los niños de familias de altos ingresos. Esto se debe a una serie de causas, entre ellas:
- Falta de acceso a recursos educativos.
- Exposición a la violencia.
- Exposición a la delincuencia.
- Inseguridad económica.
El entorno social también importante. Las personas que viven en entornos positivos y comprensivos tienen más probabilidades de tener éxito que las personas que viven en entornos negativos y hostiles.