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La situación deUruguay pegó un giro inesperado y encendió las alarmas. El país vecinodejó de ser el que controlaba el coronavirus para convertirse en el que registra la mayor contagios diarios en América Latina.

Tras haber sido la excepción a la regla después de atravesar el primer año de pandemia casi sin restricciones, finalmente el gobierno del presidente Luis Lacalle Pou ahora decidió tomar medidas a fin de reducir los casos.

En su informe diario dado a conocer el último lunes, las autoridades reportaron 1.182 casos positivos de un total de 10.257 test, cifra que marca un índice de positividad de 11,5%, y cinco fallecidos por la enfermedad.


La curva de contagios en Uruguay era plana hasta mediados de octubre pasado, con10 casos promedio por día, salvo excepciones en que trepaban a 20. Sin embargo, a partir de ese mes el país comenzó a registrar un aumento constante que lo llevó a este pico de cuatro cifras en marzo.

Nuevas restricciones

El último martes, tras reunirse con su gabinete para analizar el empeoramiento de la crisis sanitaria, Lacalle Pou anunció en conferencia de prensa que a partir de este miércoles queda suspendida la obligatoriedad de asistir a clases en todos los niveles educativos.

El mandatario aclaró que no se decretó el cierre de las escuelas ya que en centros educativos el porcentaje de contagios ha sido de apenas 2,5%, según la agencia AFP.

También estableció otras medidas como la reducción del aforo en los medios de transporte interdepartamental, la suspensión de los deportes amateur, el cierre de vestuarios en clubes y gimnasios, y la extensión de la limitación al derecho de reunión para evitar aglomeraciones.

Uruguay está en etapa de "transmisión comunitaria intensa y sostenida delvirus SARS-CoV2", con un promedio semanal de 1.200 casos diarios, indicó ayer el grupo de científicos que asesora al gobierno.

Con 3,4 millones de habitantes, Uruguay registraba hasta el martes pasado73.770 contagios y 725 fallecidos por Covid-19.