

Letonia, uno de los países que más golpeados por la crisis económica, se ha convertido hoy en el decimoctavo miembro de la Unión Europea que asume el euro como moneda, a pesar de los recelos de su población, dividida sobre la conveniencia de este paso.
Nada más iniciar su andadura 2014, el primer ministro letón Valdis Dombrovskis, retiró un billete de diez euros de un cajero automático instalado en un escenario en la plaza Republikas, en el centro de Riga. En la ceremonia para celebrar la puesta en circulación de la moneda común en Letonia participó el primer ministro de Estonia, Andrus Ansip, cuyo país adoptó el euro hace tres años.
“Es un gran acontecimiento, no sólo para Letonia, sino para la propia zona del euro, que se mantiene estable, atractiva y abierta a nuevos miembros", recalcó el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, en su mensaje de felicitación a los letones.
Según Barroso, la incorporación de Letonia a la eurozona es resultado de los "impresionantes esfuerzos y la firme determinación de las autoridades y el pueblo de Letonia".
Sin embargo, la llegada del euro no ha causado entusiasmo entre los letones, que temen que la adopción de la divisa común se traduzca en subidas de precios y nuevos ajustes económicos. Hace poco más de un año, sólo el 13 por ciento de los letones respaldaba la adopción del euro.
El presidente letón, Andris Berzins, explicaba que el país no tenía otra alternativa que adoptar la moneda común porque a ello se había comprometido en el momento de entrar en la Unión Europea, en 2004. "No tenemos otra opción. Estamos atados al euro", con estas palabra Berzins rechazaba las demandas de la oposición de someter a referéndum la adopción de la moneda común.
FUENTE: Agencias Vilna, Letonia












