

El bloqueo económico a Cuba no es nuevo, de hecho, lleva casi 60 años. La pandemia de coronavirus tampoco, lleva casi año y medio. Pero la confluencia de efectos de ambos factores es lo que precipitó el estallido actual.
Las medidas de prevención ante el Covid-19 definieron la ausencia de turismo en la isla, que era su principal fuente de ingresos, mientras que las vacunas que el país está desarrollando, aún no están disponibles para inocular a toda la población.
A esto se le suma la crisis energética que fue en aumento, con constantes apagones de electricidad, sumado a la crisis económica y sanitaria, con creciente escasez de alimentos y medicamentos. El cóctel resultó explosivo.

El domingo, cientos de cubanos salieron a protestar en el municipio de San Antonio de los Baños por la situación económica, exigiéndole soluciones al gobierno, vacunas contra el Covid-19 y que concluyan los cortes de suministro eléctrico, lo difundieron en redes sociales y se les unió más gente.
No calcularon que también iría el presidente, Miguel Díaz-Canel, quien dijo que muchos manifestantes eran sinceros pero también manipulados por campañas en las redes sociales, orquestadas por Estados Unidos y "mercenarios" en el terreno.

Más tarde el domingo, hubo otras protestas, en Palma Soriano y La Habana. "Están protestando por la crisis, que no hay comida ni medicinas, que hay que comprar todo en las tiendas de divisas, y la lista sigue y sigue", dijo una participante a Reuters.
Las consignas de los manifestantes eran políticas -"¡libertad!", "que se vayan", "patria y vida" y económicas: "abajo las tiendas MLC", entendiendo por MLC la sigla de "Moneda Libremente Convertible" con la que aluden a las divisas y que crecieron desde 2020 para concentrar bienes báscios que muchos no pueden comprar porque no perciben ingresos en dólares o euros.
Mientras el gobierno atribuye el empeoramiento de la crisis económica de los últimos dos años a las sanciones estadounidenses y a la pandemia, sus detractores citan la incompetencia y un sistema de partido único al estilo soviético, cuyo régimen comunista está en el poder desde enero de 1959.

Por lo pronto, Díaz-Canel dio luego un discurso en televisión en el que exhortó a la población cubana a salir a las calles para defender la revolución frente a las protestas al decir que "no vamos a entregar la soberanía de nuestra patria".
Y los defensores de la revolución y el régimen cubano, salieron a las calles. Confluyeron unos y otros, y agentes de seguridad: hubo enfrentamientos y cientos de detenidos.
Este lunes, la comunidad internacional salió a exhortar a la pacificación, aunque acusando a terceros de acuciar la tensión.
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