Sánchez mantendría su ventaja pero no sería suficiente para conseguir la mayoría

Luego de la campaña electoral más corta de su historia –a penas una semana–, España se dirige hacia unas elecciones que puede generan un escenatio tan conflictivo como el actual

España se encamina a unas nuevas elecciones generales –las cuartas en cuatro años– con un mapa, a priori, tan complicado, como el de los últimos comicios. Aunque se pronostica que el PSOE del actual jefe de gobierno español, Pedro Sánchez, mantenga su ventaja, no sería suficiente para conseguir los 176 escaños que significarían un pase automático a la mayoría absoluta.

Si bien Sánchez salió airoso del debate del lunes pasado –que fue visto por unas 8.600.000 personas, aunque despertó menos interés en la audiencia que el previo a las elecciones del 28 de abril– es probable que su desempeño tenga poco efecto en los resultados electorales de su partido.

Los votos de Sánchez permanecerían estables o con una leve caída de alrededor de un punto, respecto a su performance el 28-A, coinciden las últimas encuestas. En este escenario, incluso una eventual victoria de Sánchez no sería suficiente para destrabar el bloqueo que tiene atado al gobierno español.

Alberto Fernández se reunió con Pedro Sánchez en La Moncloa

Por su parte, Pablo Iglesias de Unidas Podemos (UP) –que se consolidaría como la cuarta fuerza política– ha invitado una y otra vez a Sánchez para formar una coalición progresista que pueda frenar cualquier intento de unión de la derecha –Andalucía, donde ya gobierna una alianza entre el PP y Ciudadanos con apoyo de Vox podría verse como globo de ensayo del escenario nacional– para quedarse con el gobierno.

Si bien Sánchez ha rechazado varias veces una coalición con UP, Iglesias apuntó su campaña hacia los desencantados del socialismo (en Barcelona, por ejemplo, recientemente cerró un acto donde compartió escenario con la alcaldesa, Ada Colau) y partidos autonomistas (los vascos PNV y EH Bildu o el ERC catalán, entre otros) con la idea de que un aumento en los números de UP empujará a Sánchez, finalmente, a un acuerdo.

El Partido Popular (PP) es el segundo en intención de votos. Si bien desde el partido que lidera Pablo Casado han denunciado un pacto de Sánchez para polarizar con Vox, con el objetivo de dividir el voto de la derecha y restarle votos al PP, la estrategia parecería no haber funcionado ya que se espera que ambos mejoren su actuación (se especula que el PP podría crecer unos 4 o 5 puntos) frente a las últimas elecciones.

Sánchez y Podemos no acuerdan y todo indica que habrá elecciones

Vox, el partido de ultraderecha liderado por Santiago Abascal, es uno de los protagonistas de estos comicios con un salto meteórico que, en los últimos meses, le permitió desplazar a UP y Ciudadanos para instalarse cómodamente como la tercera fuerza política. Muchos argumentan que los últimos coletazos de la crisis catalana –especialmente los incidentes generados luego de las condenas del 'Procés'– podrían haber radicalizado a un porcentaje importante de votantes de derecha que terminó volcándose de Ciudadanos a Vox.

Del otro lado, para Ciudadanos y su líder, el candidato Albert Rivera, estas elecciones son una prueba crucial. Desde el partido (que estaría posicionándose como quinto en las elecciones) aspiran, por lo menos, a alcanzar el número mágico de 12% que le permitiría retener la cantidad de escaños actual. La mayoría de los sondeos, sin embargo, pronostican un desplome de alrededor de 6 puntos respecto a las elecciones de abril, con un resultado tentativo cercano al 9%.

España llega a estas nuevas elecciones generales –cuartas en cuatro años– luego de que el presidente en funciones del gobierno español, Sánchez, no lograra reunir los apoyos suficientes en el Congreso de Diputados para ser investido.

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