
La inteligencia artificial (IA) está transformando radicalmente el mundo de los negocios, pero no todas las empresas cosechan los beneficios. Mientras los colaboradores adoptan herramientas como ChatGPT para optimizar su trabajo, muchas organizaciones no logran establecer una estrategia que mejore su competitividad.
Sobre este tema, El Cronista dialogó con Juan Santiago, CEO de Santex, una compañía tecnológica con presencia en 18 países que ha logrado que el 100% de su dotación complete procesos de upskilling y reskilling en IA. Santiago es, además, miembro del Hub de Negocios de ABECEB y el pasado 4 de noviembre fue orador en el 15º Foro de la consultora, que se realizó en la Ciudad de Buenos Aires.
- ¿Qué problemas enfrentan las empresas al adoptar IA?
- Lo que está sucediendo en el mundo es que muchas compañías dicen que utilizan herramientas de inteligencia artificial, pero en realidad no las utilizan las organizaciones, las usan los empleados. El beneficio de la eficiencia se la lleva el colaborador. Entonces, la empresa en realidad se está perjudicando porque no está obteniendo eficiencia de que el colaborador utilice una herramienta de IA. Así, ocurre una recapacitación, pero aislada al core value de la organización. Y eso es lo que las organizaciones tenemos que entender.
- ¿Cómo se resuelve ese inconveniente efectivamente?
- Si no tomamos la iniciativa y hacemos una adopción ordenada, el valor no lo capturamos. Se está yendo. Es muy importante que las organizaciones tomen cuenta de esto y tengan un plan estratégico bajado a tácticas, que hagan que el upskilling y el reskilling sean parte de un proceso donde el valor, al final del camino, les quede a ellas de una manera procedural y constante.
- ¿Qué otras dimensiones son críticas en esta transformación?
- Creo que no hay integración tecnológica sin integración cultural. Y la integración cultural es algo que hoy es hasta, quizás, más relevante para las empresas que tienen deuda tecnológica. Es decir, es más importante hacer catch up con tu deuda cultural, en términos de capacitación y de entender qué entiende tu gente como revolución de inteligencia artificial, qué preocupaciones tienen.
Según el Foro Económico Mundial, para fines de esta década se van a crear 190 millones de empleos y se van a perder 90 millones. Entonces, hay que plantearse: ¿qué va a generar esos nuevos empleos? ¿cuáles van a ser? ¿cómo vas a ser de los 190 millones y no de los 90 que se van a perder?

- ¿Cómo definirías el papel del CEO en este contexto?
- Los CEOs van a tener un rol nuevo dentro en su posición de liderazgo, que va a tener que ver con otro tipo de habilidades que también las ha difundido el Foro Económico Mundial. Son las que tienen que ver con la resiliencia, con las skills cognitivas, con el trabajo en equipo, con el pensamiento crítico, con el entender lo no dicho, ese entrelíneas. Todo esto permite descubrir los superpoderes de nuestros miembros, de nuestros equipos. Además, el CEO nuevo tiene que saber de tecnología. Si no, es muy difícil que pueda seguir llevando adelante la organización, porque el mundo ahora es tecnológico.
- Hablás de cambios profundos. ¿Cómo los implementás en Santex?
- Venimos trabajando en inteligencia artificial hace años ya, construyendo nuestra visión, adaptando nuestra cultura y los programas internos en la organización. Esto ha implicado modificar procesos, dado que, en nuestro caso, la adopción de herramientas de IA y de Machine Learning ha sido temprana.
Hoy debemos ser, no quiero ser soberbio, pero quizás seamos la única compañía en la Argentina que tenga el 100% de su dotación con upskilling y reskilling realizados. Y somos muchísima gente en 18 países. Entonces, tenemos una organización muy compleja, muy diversa y muy atomizada, en la que este tipo de esfuerzos requieren de mucho dinero, mucha inversión y muchos recursos humanos.
- Para cerrar, ¿qué mensaje dejás a las empresas que recién comienzan este camino?
- Lo primero, es que tenemos que tener conciencia que no podemos esperar que la formación de nuevas competencias relacionadas con la tecnología venga del modelo educativo formal del sistema público. Si vas a poner tu expectativa en que a la gente que vas a necesitar en el nuevo mundo la vas a poder contratar mañana, no va a suceder.
Además, las empresas no deben dejar que la adopción de IA sea individual y caótica.
Por último, tenemos que poner el foco en cómo trabajamos para integrar el aspecto humano dentro de la transformación de inteligencia artificial. Hay que entender que la IA es una herramienta, no reemplaza el propósito humano.













