Stephen Hawking es recordado como uno de los más grandes científicos de la historia. Su teoría sobre el agujero negro, la emisión de radiación y la confirmación del Big Bang fueron algunos de sus trabajos más rutilantes.

Sin embargo, las predicciones del astrofísico persisten con el correr del tiempo. Por eso, en la actualidad resuenan con más fuerza y asombran aún más a las personas.

A pesar de haber fallecido en marzo de 2018, producto de padecer la enfermedad de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), el matemático dejó en claro que la población se enfrenta a un problema sin solución. 

Según su vaticinio, es altamente probable que la Tierra se destruya por completo y se transforme, en un futuro no muy lejano, en una "bola de fuego". 

Fin del mundo: qué dice la predicción de Stephen Hawking

En primer lugar, Hawking señaló que "la cantidad de personas se ha duplicado cada cuarenta años y solo (el planeta Tierra) puede soportar una medida limitada".

Por ende, el cosmólogo anticipó que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. "Para el año 2600, la población mundial estará hombro con hombro y el consumo de electricidad hará que la Tierra brille al rojo vivo y sea una bola de fuego", aseguró.

En ese sentido, remarcó que también inciden en esta problemática el fenómenos del cambio climático, los impactos de asteroides y las epidemias.

A raíz de ello, consideró que el planeta se asemejará a Venus -el segundo más próximo al Sol- y alcanzaría una "temperatura de 250 grados. A la par, predijo que incrementará notoriamente su tamaño.